A vivir que son dos díasLa píldora de Leila Guerriero
Opinión

La pregunta

"¿Por qué Gascón, una persona que forma parte de uno de los colectivos más discriminados del planeta, es, a su vez, alguien que discrimina a quienes son foco de discriminación? No veo a nadie haciéndose esa pregunta"

La pregunta

La pregunta

03:31

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Buenos Aires

Al recibir la Palma de Oro en Cannes en 2024 por su papel en Emilia Pérez, la actriz trans Carla Sofía Gascón dijo: "Nunca me habían dado un premio, lo único que me habían dado eran patadas". El film tiene trece nominaciones a los Oscar, pero el 25 de enero de 2025 la periodista canadiense Sarah Hagi descubrió tuits antiguos de la actriz, los republicó en su cuenta, extinguieron la carrera de Gascón en diez segundos y, parece, cualquier posibilidad de que la película se lleve un Oscar. Los tuits de Gascón son horribles. Islamofóbicos, racistas, dice cosas como “Cuántas veces más la historia tendrá que expulsar a los moros de España”, y trata al afroamericano George Floyd, asesinado bestialmente por un policía, de “drogata estafador”. El director de la película y sus compañeros de elenco cortaron relación con ella y Netflix la quitó de las promociones. El pensamiento de Gascón es horrible y peligroso, yo estoy en el extremo opuesto y se lo discutiría hasta el fin, pero desde hace días pienso, más que en ella, en quien descubrió esos tuits, la periodista Sarah Hagi, que forma parte de una población doblemente discriminada -por ser negra y pertenecer al Islam-, y en la decisión que tomó sabiendo las consecuencias que tendría. No digo que esos tuits debieron ocultarse, sólo me cuestiono si era la mejor forma de darlos a conocer. Porque la primera pregunta que surge ante algo así es: ¿por qué Gascón, una persona que forma parte de uno de los colectivos más discriminados del planeta, es, a su vez, alguien que discrimina a quienes son foco de discriminación? No veo a nadie haciéndose esa pregunta. Gascón es una persona que ha sufrido. El sufrimiento no otorga patente de santo ni da derecho a decir o hacer cualquier barbaridad, pero bajo este escándalo subyace una idea rara: que las únicas personas trans que estamos dispuestos a aceptar, al menos en el mundo del arte, son aquellas que certifiquen progresismo intachable y pensamiento políticamente correcto. Encontrar respuesta a aquella cuestión -por qué esta mujer que dice haber recibido sólo patadas se regocijó dando patadas a quienes sufren como ella- quizás nos ayudaría a entender algunas cosas. Entre otras, por qué alguien como Trump ganó las últimas elecciones en los Estados Unidos.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00