Poliamor

Madrid

En el día de los enamorados nuestra palabra es poliamor. No en el sentido que recogió recientemente el diccionario, como "relación erótica entre varias personas con el mutuo consentimiento", el viejo amor libre o una forma avanzada de la poligamia, sino buscando las diferentes palabras con las que hoy se nombra el amor.

Los académicos, muy modernuquis, aparte de poliamor recogieron en el último diccionario la palabra amigovio, la persona que es un poquito menos que novio, usada en muchos países hispanohablantes. Aunque novio, en esta época del amor líquido, es palabra en peligro de extinción. No se atrevieron con la casi sinónima, a este lado del Atlántico, follamigo, ni con su variante menos comprometida: casialgo, que se explica por sí misma.

Otras variantes para nombrar esa cosa llamada amor hay que buscarlas ya en el diccionario Oxford. Crush nombraría el amor platónico, el orbiting, a la persona que revolotea, que está por ahí, pero no terminas de saber qué quiere de ti, el breadcrumbing, que se refiere a la relación con quien te busca cuando conviene, para seguir teniéndote enganchado, pero nunca muestra interés completo.

Tenemos también el love bombing, cuando se muestra mucho interés al principio, pero, por lo general acaba desapareciendo. Es decir, te hace ghosting, que es eso, esfumarse repentinamente sin dar ninguna explicación. Y podríamos seguir, pero no tenemos tiempo. En fin, que el amor es eterno e interminables sus nombres, aunque si antes en el amor se cruzaban las ingles, hoy, sin descartarlo, lo que se cruza es el inglés.