El choque por el SMI pone a prueba el doble perfil de Montero como ministra de Hacienda y líder del PSOE andaluz
La también vicepresidenta primera afronta su primera gran polémica desde que fue elegida para dirigir el partido en su principal federación, y a menos de dos semanas de su gran desembarco en el Congreso regional del 22 y el 23 de febrero
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Madrid
Faltan menos de dos semanas para que María Jesús Montero sea ratificada como nueva líder del PSOE de Andalucía, en el Congreso que celebra la federación el 22 y 23 de febrero, y la vicepresidenta ya ha tenido que afrontar su primera gran polémica derivada de su doble condición como ministra de Hacienda y futura candidata autonómica.
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La decisión del departamento de Montero de que el Salario Mínimo Interprofesional tribute por primera vez (por haber alcanzado ya los 16.576 euros al año) tiene al Gobierno de coalición inmerso desde hace dos días en una dura pugna, con todo el PSOE volcado en hacer "pedagogía" para defender su postura frente a las exigencias de rectificación de Sumar.
Todos los socialistas cierran filas con Montero y nadie cuestiona la necesidad de adoptar su decisión, aunque sí hay fuentes que admiten que ni se ha explicado ni se ha comunidad bien. Y ahora hay voces que reconocen además que este tipo de controversias pueden tener efectos en el electorado andaluz, si el PP las usa para tratar de desgastar a la futura candidata, intentando instalar el relato "injusto" de que “maltrata a su tierra", como de hecho ya está haciendo la Junta de Andalucía.
Ferraz defiende que "queda mucho" para las andaluzas
Desde Ferraz defienden que de aquí a las andaluzas “queda mucho tiempo", y se reafirman en que Montero es la mejor opción para hacerle frente a Juanma Moreno Bonilla y una candidata "fuerte", pero lo ocurrido alimenta las dudas de los que ya veían riesgos en la estrategia de compatibilizar el Ministerio de Hacienda con el liderazgo del PSOE en su federación más importante, con asuntos por delante tan espinosos como la negociación de los Presupuestos o la financiación singular de Cataluña.
"Estar en política nacional y regional a la vez siempre tiene contras”, asegura un cargo socialista a la SER, que no obstante se muestra a la vez confiado de que con "pedagogía", Montero será capaz de hacer ver que su decisión es justa y necesaria. "Es muy injusto quedarse solo con una parte y no con el todo. Ese Ministerio también es el que ha subido un 61% el SMI de los andaluces estos años. ¿Eso no computa en positivo?", se pregunta este dirigente.
Todos los consultados están segudo de que Montero dará la cara, porque "siempre lo hace", asegura otra dirigente, y porque en un caso como este es "imposible" mantener un perfil bajo, asegura otro. Pero por ahora, la vicepresidenta primera mantiene silencio desde el lunes, después de que el Gobierno comunicara el martes que había caído enferma, y que no podía acudir al Congreso ni el martes ni el miércoles, como estaba previsto. Este jueves no tiene ningún acto ni intervención, según la agenda distribuida por Moncloa.
En todo caso, hay fuentes que admiten que, en el contexto que se ha generado, la tarea que tiene Montero por delante a la hora de justificar por qué adopta ahora su decisión de que el SMI empiece a tributar es "difícil" porque debe confrontar argumentos "viscerales" y "populistas”, que llegan no solo desde la derecha sino también desde la izquierda.