Diana Navarro: "Caí en manos de gente que quería tenerme en la burbuja para manipularme a su antojo"
La cantante, que vivió un éxito sin precedentes con su primer disco, ha contado en 'Hoy por Hoy' el proceso que le permitió escapar de un manager que la "exprimió como un limón"
Diana Navarro: "Actuar es una catarsis"
18:03
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Madrid
El éxito fue destructivo para Diana Navarro. El triunfo con su primer disco, No te olvides de mí, la llevó a ganar un doble disco de platino, a dar más de 200 conciertos y a conseguir nominaciones a premios tan prestigiosos como los Grammy Latino, los Premios de la Música o los Premios Ondas. Sin embargo, por dentro, ella se "consumía".
"Tuve ese momento Michael Jackson, donde todo el mundo era 'Diana Navarro, Diana Navarro' y después gracias a Dios la cosa bajó", recuerda la cantante, que reconoce que el éxito estuvo a punto de hacerle mucho daño: "Yo seguí trabajando pero como persona me consumía".
"No estaba preparada como persona para aquello", ha contado la cantante en la sección Amigos alegres de Hoy por Hoy. "Yo había tomado la mala decisión de no estudiar nada, y por eso ahora animo a todo el mundo a no dejar nunca de formarse nunca, y entré un mundo en el que hay magníficos profesionales pero que también es muy voraz", ha explicado.
Navarro recuerda que en aquella época cayó "en manos de una gente que pensaba 'que no se entere de nada, que esté en la burbuja' para poder manipularme a su antojo". Entre esa gente estaba su manager, que la "exprimió como un limón".
"Lo del manager de aquel entonces fue una cosa muy maligna, muy maligna, vamos, era de libro. Era de estos de manual que todo lo hacía para estrujar el limón, sacar lo máximo del artista pero la persona no le importaba absolutamente nada. Económicamente me estrujó bastante... pero bueno, que lo disfrute mucho, que lo disfrute mucho, que yo soy muy feliz".
Diana Navarro salió de aquella burbuja en la que quisieron meterla para manipularla. "Me di cuenta por fin de que no me quería y de que tenía que ponerle remedio, así que metí en una coctelera psicólogos, rezar porque yo soy cristiana, eneagramas, reiki...", confiesa antes de resumir el proceso que le permitió abandonar esa situación.
"Poco a poco fui dándome cuenta de que si no me amaba y no me aceptaba completa y profundamente no podría tener una relación equilibrada nunca con nadie. Desde el egoísmo sano, me quiero, me respeto y bueno, así me llegó el amor verdadero, o sea que imagínate".
