El FaroGatopard@
Sociedad

Gonzo recuerda el golpe de realidad que sintió al irse de casa: “Conocí gente que decía que sus padres no les querían”

El periodista vivió en un colegio mayor durante su primer año de universidad

Gonzo recuerda el golpe de realidad que sintió al irse de casa: “Conocí gente que decía que sus padres no les querían”

Gonzo recuerda el golpe de realidad que sintió al irse de casa: “Conocí gente que decía que sus padres no les querían”

02:46

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

La relación de Gonzo con sus raíces es inquebrantable. El presentador siente una profunda conexión tanto con el mar como con Galicia. Nacido en Vigo en el seno de una familia de ferreiros, por lo que el metal también es una parte fundamental de su vida. "Me educaron en esos valores. Yo sé que el esfuerzo, el sacrificio es, probablemente, la última esperanza que le queda a uno para poder demostrarle a otro que sí vale", explica en El Faro de la SER.

Más información

Aunque el periodista viene de un entorno humilde, es plenamente consciente de que todo lo que ha podido lograr ha sido gracias al esfuerzo de sus antepasados. Su relación con sus padres, sus abuelos e incluso su tío Pachús, han influido en sus decisiones y le han moldeado en el periodista que es. Y eso, a pesar de las ganas inevitables que tenía Gonzo de irse de casa, para explorar otros lugares y conocer otra gente.

Gonzo cuenta a Mara Torres con todo detalle el día que abandonó su casa para estudiar periodismo en la Universidad de Salamanca. "El primer día del resto de mi vida. Tengo 48 años y sigo dividiendo mi vida entre los años que pasé en casa y los que pasé fuera", dice el comunicador. Desde hacía tiempo, el entonces todavía adolescente, criado en Vigo, estaba convencido de que él tenía que irse a vivir a otro sitio, aunque fuese cerca de Galicia, pero fuera de su casa. "Quería conocer gente, estar en otros sitios. Ni siquiera en Salamanca. Mi idea era irme a Santiago, a 90 km, y venir a dormir los fines de semana a casa", explica.

Pero la vida tuvo otros planes para él y acabó en la Universidad de Salamanca un 1 de octubre. En el primer año, estuvo viviendo en un colegio mayor donde tenía habitación propia, aunque su mejor amigo desde los 5 años estaba en el cuarto de al lado. Pero lo curioso del sitio era, según cuenta Gonzo, que el colegio mayor eran realmente las habitaciones que sobraban de un internado.

De esa manera, Gonzo pudo conocer gente de 15 o 16 años, cuyos padres les habían mandado ahí a estudiar, alejados de sus familias. "Me chocó mogollón conocer gente que decía que sus padres no les querían. Recuerdo el primer choque, gente que te habla con 15 o 16 años, que te está diciendo que odia a sus padres porque le echaron de casa, porque se desentendieron de ellos", cuenta el periodista, que reconoce que le sirvió para darse cuenta de que él, aunque había querido irse, tenía mucha suerte. "Nunca me había parado a pensar en, 'joder, qué suerte tengo que a mí me tienen en casa, que a mí me quieren'", detalla.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00