Ciencia y tecnología

Científicos italianos presentan una nueva técnica para conseguir el huevo cocido “perfecto”

El método es poco práctico porque consiste en cambiar la temperatura 16 veces en 2 recipientes

Huevo cocido / Ricardo DeAratanha (GettyImages)

Huevo cocido

En una revista del grupo Nature, un equipo de científicos de Italia (entre ellos del Consejo Nacional de Investigación) han presentado un nuevo método para poder cocer, de forma óptima, tanto la yema como la clara de un huevo de gallina.

Sin embargo, el método es poco práctico porque consiste en alternar 16 veces dos recipientes con agua caliente: el primero hirviendo a 100 grados, pero el segundo bajando esta temperatura a 30 grados.

Además, hay que transferir el huevo de uno a otro, cada dos minutos y durante un total de 32 minutos.

Si se realiza este sistema, este equipo de científicos asegura que el huevo cocido resultante tiene un mayor contenido de nutrientes, que los huevos que ahora se cuecen de una forma convencional, según los resultados de esta investigación que publica la revista “Communications Engineering”.

Sistema tradicional

Los métodos convencionales para cocinar huevos, hirviéndolos a 100 grados dan como resultado una yema completamente cocida.

En cambio, Pellegrino Musto y su equipo han creado su nuevo sistema para “cocinar huevos de manera uniforme” simulando primero este proceso utilizando un programa informático que reproduce la física de la la dinámica de fluidos.

En una segunda fase, estos investigadores probaron este proceso en una cocina real y produjeron las primeras muestras de “huevos cocidos perfectos”.

Para ello, utilizaron este nuevo método al que le han puesto el nombre de "cocción periódica".

Para poder comprobar sus beneficios nutricionales, los huevos cocidos finales se probaron para determinar su textura y sus propiedades químicas se analizaron mediante una Resonancia Magnética nuclear y un equipo de Espectrometría de masas de alta resolución.

Resultados

Estos huevos cocinados con este nuevo sistema de “cocción periódica” tenían una yema blanda similar a la de un huevo cocido al vacío, mientras que la consistencia de la clara estaba entre la de un huevo cocido al vacío y la de un huevo pasado por agua.

En concreto, las temperaturas de la clara del huevo cocido periódicamente oscilaron entre 35 y 100 grados durante la cocción, mientras que la yema se mantuvo a una temperatura constante de 67 grados Celsius.

El análisis químico sugirió que las yemas de huevo cocidas periódicamente también contenían más polifenoles, unos micronutrientes beneficiosos para la salud.

Los autores creen que su enfoque también podría tener aplicaciones en la cocción de otros tipos de alimentos.

 
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