"Trato de inculcárselo": la lección de su pasado que Mikel Erentxun quiere que sus hijos aprendan
El cantante se esfuerza para que sus hijos valoren lo que tienen
"Trato de inculcárselo": la lección de su pasado que Mikel Erentxun quiere que sus hijos aprendan
01:18
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
El nombre de Mikel Erentxun es sonado entre los amantes de la música. El vocalista Duncan Dhu se convirtió en toda una estrella del rock español en la época de los años 80 y 90. Con millones de discos vendidos, el grupo creado en San Sebastián se separó de manera definitiva en 2016 tras triunfar con canciones como En algún lugar, Cien gaviotas y Una calle de París.
El exvocalista ha pasado por los micrófonos de Por el principio, para recordar sus inicios en la música y algunos de los recuerdos más emblemáticos de su infancia. Criado de la mano de sus hermanas, gracias a ellas descubrió su pasión por la música. Mikel se ha abierto en canal para hablar de sus miedos y ha confesado que la película Tiburón de Steven Spielberg le dejó "jodido de por vida".
"El momento sagrado"
Recordando su infancia, el cantante también ha compartido una de las tradiciones más establecidas en su día a día cuando era pequeño. Para Erentxun la merienda era "el momento sagrado", siendo muy fanático de los bocatas, de los que confiesa haberse comido muchísimos. "No había otra cosa, había chorizo de Pamplona, mortadela o jamón York y si tenía suerte jamón serrano. Eso era ya como el lujo", cuenta.
Mikel Erentxun, el niño que imitaba a Elvis
52:57
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Eso sí, como ocurre en todas las casas, Mikel Erentxun también tuvo que adaptarse a ciertas limitaciones en su infancia. "Yo solo tomaba refrescos el día de mi cumpleaños y en Navidad. Yo esto trato de explicarlo a mis hijos, en mi casa abrías la nevera y no había Coca-colas", explica el cantante, que además reconoce que, incluso cuando salían en su cita semanal para tomar un pincho después de la misa de los domingos, tan solo podían tomar mosto.
"El concepto refresco entró muy tarde en mi casa", dicen, asegurando que trata de hacer que sus hijos pongan en valor la accesibilidad y la libertad que gozan. "Quiero que valoren que ahora es tan fácil todo", reconoce, afirmando que "entonces valorabas mucho las cosas".
