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La mula parlanchina

Se cumplen 75 años del estreno de Mi mula Francis, la primera película de este animal cinematográfico que tuvo un gran éxito en la década de los años 50 del pasado siglo.

Donald O'Connor y Molly, La mula Francis

Donald O'Connor y Molly, La mula Francis

Francis era una mula militar. Su historia arranca durante la Segunda Guerra Mundial. En Birmania era donde estaba destinado David Stern, un periodista norteamericano que escribía para el Barras y estrellas, el periódico de los soldados. Y fue allí donde se le ocurrió la idea de escribir una novela sobre una mula, animales que prestaban un gran servicio al ejército en la selva transportando armas. Pero su mula tenía además una particularidad: podía hablar. El libro tuvo un gran éxito y rápidamente compraron los derechos para llevarlo al cine.

De esta forma el 8 de febrero de 1950 se estrenaba la película Mi mula Francis. La mula salvaba la vida de un torpe teniente del ejército norteamericano y se revelaba parlante ante él. Pero la mula no solo hablaba, sino que era una gran estratega militar y ayudaba a los americanos a ganar la guerra contra los japoneses. Cuando el teniente confesaba a sus superiores que la mula era su fuente de información todos le trataban como a un lunático, lo cual daba pie a situaciones muy divertidas. Ya en esa primera película quedaba clara la personalidad de la mula Francis. Era irónica y de ingenio afilado. Cuando se enfadaba juraba siempre recordando a uno de sus parientes, su tía abuela Regret. Pero también era sensata, astuta y una brillante oradora. Tan solo perdía la compostura cuando vaciaba unas cuantas botellas. La mula tenía una mirada inteligente y una voz ronca que le prestaba el actor Chill Wills, habitual de muchos westerns como Río Grande, Espíritu de conquista o El Álamo.

La mula Francis tenía también un compañero inseparable. Ese teniente inútil y cobardica era Donald O’Connor, el compañero de Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia. O’Connor protagonizó seis de las siete películas de la saga de la mula Francis. “Yo tenía contrato con el estudio y decidieron que sería perfecto para trabajar con una mula. La primera película fue un gran éxito, recaudó mucho dinero en taquilla, así que acabé haciendo cinco películas más. La séptima la hizo Mickey Rooney. Estrenábamos una cada año”, recordaba el actor. La película, en efecto, tuvo un gran éxito, aunque la crítica no la trató muy bien que digamos. Era un entretenimiento ligero que irradiaba optimismo y que encantó al público norteamericano de la posguerra. La mula Francis fue el primer animal que ganó el premio Patsy, algo así como los Oscar de los animales, premios que se entregaron desde aquel año 1950 hasta mediados de los 80. Patsy eran las siglas de Picture Animal Star of the Year, estrella animal del año.

Al año siguiente, 1951, se estrenó la segunda película, Francis en las carreras, en la que la mula y O’Connor se metían en el mundo de los hipódromos. El éxito los acompañaba y año tras año fueron llegando nuevas aventuras: Francis en la gran ciudad, Francis en la Marina, Francis va a West Point… David Stern, el periodista en cuya novela se basaba el personaje, fue coguionista de todas sus películas. La mula en realidad se llamaba Molly y Les Hilton era el entrenador que la preparaba. Hilton enseñó a Molly a mover la boca como si hablase. También utilizaba unos hilos que colgaban de la boca del equino y cuando tiraba de ellos daba la impresión de que gritaba o se reía. Gracias a estas mañas la mula Francis se convirtió en un personaje muy popular. “Francis era una auténtica estrella. Tenía dos establos y una secretaria solo para ella. Tenía tres mulas que hacían de su doble. Era muy famosa. Recibía muchas más cartas de admiradores que yo. Así que yo me convertí en algo así como el marido de la mula”, aseguraba O’Connor. Y es que, aunque las películas funcionaban muy bien en la taquilla, O’Connor tenía que renunciar por ellas a otros proyectos que deseaba hacer, especialmente musicales, género del que era un especialista gracias a su facilidad para cantar y bailar. Por eso no veía la hora de renunciar al puesto. Finalmente, en 1956 el actor convenció al estudio de que le liberaran y se separó de la mula. La última película de la saga, Francis y la casa embrujada, la protagonizó Mickey Rooney.

Además de las películas se creó también una colección de tebeos muy popular titulada Francis, la famosa mula parlante y a comienzos de los años 60 la CBS quiso hacer una serie de televisión con ella. David Stern, su creador, no aceptó, y la cadena de televisión hizo la serie, pero con Míster Ed, el caballo parlante, que era más o menos lo mismo, aunque no igual. Y una última curiosidad. La saga de las películas de la mula Francis fue también una cantera de jóvenes actores. Por ejemplo, Clint Eastwood debutó en el cine con un pequeño papel en la película Francis en la marina. Tony Curtis también tuvo uno de sus primeros papeles en Mi mula Francis y Francis en las carreras lanzo la carrera de la hasta entonces desconocida Piper Laurie. Han pasado 75 años desde que la mula Francis triunfara en las pantallas. Hoy en día no son muchos los que la recuerdan, pero para aquellos que veíamos sus películas en la televisión cuando éramos niños, Francis siempre será una estrella. Una mula sabia y divertida, que no solo sabía hablar sino también cantar.

 
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