La historia detrás del alimento más consumido en el mundo y que en sus inicios era considerado una planta decorativa
El reconocimiento de esta planta como alimento se debió a una época de hambruna
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La historia detrás del alimento más consumido en el mundo y que en sus inicios era considerado una planta decorativa
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Madrid
Son muchos los alimentos que, durante mucho tiempo, han estado mal considerados y ahora son consumibles habituales en la sociedad. La lista es larga, y en ella hay productos que no podríamos imaginar, como los aguacates, que anteriormente nadie comía e incluso se criticaba su textura y sabor, o los huevos, que estuvieron durante años mal vistos por su alto contenido en colesterol y ahora son reconocidos por el alto valor nutricional que tienen.
Ese es también el caso de la patata, un alimento del que el periodista Carlos López ha hablado en A vivir que son dos días. López ha explicado los inicios de esta planta, que ha sido motivo de una buena cantidad de "historias buenas y malas". Este producto llegó a España por primera vez desde Perú, primero a las Islas Canarias y luego a Sevilla. En ese momento, según cuenta López, las patatas ni siquiera eran consideradas un alimento, sino que se las identificaba como "planta decorativa".
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Durante mucho tiempo, "muchos rechazaban comerse aquella cosa oscura y deforme, criada bajo el suelo, considerada por entonces algo tan impuro que, para enterrar a las personas, había que consagrarlo primero", explicaba el periodista. No fue hasta 1573 cuando la patata fue incluida en "los libros de contabilidad sevillanos" y, por tanto, se empezó a servir en Europa, aunque no como alimento.
Primero se las consideró un "remedio médico"
El primer lugar del continente en hacerlo fue el Hospital de la Sangre de Sevilla, donde las sirvieron como dieta para los enfermos. En ese preciso instante, las patatas empezaron su viaje por Europa, ya que Felipe II "envió patatas al Papa Pío IV" como medicina y le dijo que se las comiera porque le vendrían bien para la salud. Este, a su vez, se las recomendó a un cardenal holandés, y "el jardín botánico de Viena obtuvo los tubérculos a través de este último".
Durante todo este viaje, la patata pasó de ser considerada una planta decorativa a un "remedio médico", pero que fuera considerada un alimento respetable es cosa de la Francia del siglo XVIII, en la que reinaban Luis XVI y María Antonieta. El último monarca francés antes de la Revolución Francesa "era consciente de que el clima en contra llevaba tiempo produciendo malas cosechas. La harina escaseaba e incluso 'sus nobles se quejaban de que empolvar sus pelucas estaba subiendo mucho de precio', así que decidió encargar a un científico que buscara algún alimento alternativo".
La gran publicidad que hicieron los monarcas franceses lo cambió todo
Antoine Parmentier fue el encargado de aquella misión. Este había sido herido durante la guerra y "sobrevivió varios meses en una granja alemana alimentándose casi exclusivamente de patata, perdiendo todo prejuicio contra ella". El francés presentó aquel tubérculo ante la corte francesa, lo que despertó opiniones contrarias, pero una buena publicidad de los monarcas logró que fuera considerado un buen alimento.
Luis XVI y María Antonieta "combinando sus fuerzas para apoyar a la patata". La reina "las comió ante los centenares de invitados de las comidas públicas", y el rey, por su parte, "mandó plantar un campo de patatas cerca del palacio y exigió que estuviera vigilado por un guardia real de día y de noche", lo que transmitió a la población que este era un producto muy valioso.