Por una vez coincido con González Pons
Pienso que todos los obispos deberían ser obispas, todos los cardenales, cardenalas; todos los papas, madres, y todos los dioses, diosas.
Maruja Torres: “Por una vez coincido con González Pons”
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Madrid
Hecha a la, en principio, sorprendente idea de envejecer rodeada de fanatismo, al mismo tiempo y a la misma edad que lo que llamamos nuestra civilización occidental, me quedaba aún algo por experimentar. Y ese algo es que, por una vez, coincido con Esteban González Pons. Como él, también creo que la Iglesia Católica debería nombrar obispas. Es más, pienso que todos los obispos deberían ser obispas, todos los cardenales, cardenalas; todos los papas, madres, y todos los dioses, diosas.
Confieso que, en la apoteosis trumpista, la intervención de la episcopaliana Mariann Budde (apellido con sentido de amistad, en este caso con los perseguidos) no me calentó como al señor González Pons. Ello se debe, sin duda, a que llevo a mis espaldas un largo entrenamiento en series nórdicas y cada dos por tres veo a mujeres sacerdotas cubiertas por elegantes y sobrios ropajes y casando sin sofocarse a parejas de todo tipo y condición. Algunas también tienen esposa y juntas encienden las velas en sus hogares, esa iluminación nocturna que tanto anima los episodios que transcurren a las cuatro de la tarde en Copenhague. Pero no dejéis que me vaya por las ramas. Obispas, imanas, ulemanasas, budistasas, shitoistasas, y dalai lamasas. Cómo nos íbamos a divertir, don Esteban, sin esta tristeza de predicadores reprimidos, revoloteando en el apocalipsis de nuestros valores laicos.
Francamente. Si ha de ser una cuestión de foi, que sea de foie gras. Alegría y quitémosles las faldas a estos tenebrosos tíos peludos.
Maruja Torres
María Dolores Torres Manzanera (Barcelona, 16 de marzo de 1943), más conocida como Maruja Torres, es...