Sí al fiscal, no a la Gestapo

Barcelona

El Gobierno se apunta hoy dos tantos clave.

La primera victoria consiste en que el Supremo ha dictaminado que el nombramiento de Alvaro García-Ortiz como fiscal general del Estado fue correcto. Niega a la asociación de fiscales conservadores la petición de anularlo. Alega que García Ortiz era y es apto y que ha cumplido sus funciones, aunque deja ver que el personaje le disgusta, pero claro, la Justicia no es cuestión de gustos, sino de normas. Así que ahora veremos la otra asignatura pendiente. Si el juez instructor le procesa o no, por presunta filtración de unos datos del defraudador confeso y novio de Isabel Díaz Ayuso, González Amador: datos que ya habían sido filtrados antes de conocerlos el fiscal. Será en las próximas horas. Será importante ver su reacción sobre esta acusación infundada.

La otra victoria es tan importante o más. El Gobierno ha logrado apartar a Junts de los cantos de sirena del Partido Popular. Y votará a favor del decreto que revaloriza las pensiones, las ayudas a los damnificados de la dana y al transporte público. ¿Le cuesta algo? Claro, normal. Un par de concesiones cosméticas. La que más chirría es que la Mesa del Congreso admitirá la cuestión de confianza sobre Pedro Sánchez, pero reconociendo que este tiene la última palabra. A cambio, el PP queda arrinconado, y si se resigna a votar a favor de los jubilados también tendrá que hacerlo contra la expropiación de un edificio del PNV por la Gestapo (que validó la dictadura de Franco) y a favor de devolverlo a los nacionalistas vascos. Hermoso dilema. ¿votará a favor o en contra de la policía política de Adolf Hitler?