Sociedad

La falta de profesores de matemáticas también afecta a las universidades: "Tenemos plazas que no han podido cubrirse"

Los campus alertan de que corre riesgo el relevo generacional y, por tanto, la calidad de la enseñanza de los futuros matemáticos en un momento en el que son claves para el desarrollo económico de los países

Alumnos en un aula universitaria / EUROPA PRESS (EUROPA PRESS)

Alumnos en un aula universitaria

Madrid

En la universidad de La Laguna, donde da clase Rodrigo Trujillo, no encuentran quien quiera ser ayudante doctor en el departamento de Análisis Matemático: "Tenemos cuatro plazas que no pudieron cubrirse. Hubo otras que pudimos cubrir con gente de la península y duraron dos meses. En el momento en el que tuvieron una oportunidad se volvieron a universidades más cerca de su residencia: porque tienen a sus padres mayores, porque tienen a su pareja... por las razones habituales de la vida". Trujillo cuenta que están haciendo malabarismos para intentar captar a matemáticos que quieran hacer carrera académica: "Desde intentar tener relaciones con Latinoamérica y traer doctores de allí, activar las vocaciones... Incluso se ha llegado a la situación de alumnos que no tenían las notas mínimas para optar a los contratos predoctorales y están trabajando y haciendo el doctorado".

No es un caso aislado. La demanda laboral de matemáticos, solicitados por empresas de todo tipo en un contexto de demanda mundial, afecta a campus de toda España que no consiguen retener a los jóvenes para que hagan carrera en la docencia y la investigación. Los pocos que deciden quedarse en la universidad tienen donde elegir: "Hace un par de años uno de nuestros ayudantes doctores se marchó porque una universidad privada le pagaba más. Es comprensible", relata Fernando Blasco, profesor de Matemática Aplicada en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

Las universidades públicas no tienen mucho margen para subir los sueldos pero compiten entre ellas por las condiciones laborales o de conciliación: "El sueldo es similar pero se te van porque las condiciones en otras regiones son muchos más fáciles para desarrollar la vida familiar", resalta Eva Gallardo profesora en la Complutense de Madrid y ex presidenta de la Real Sociedad Matemática Española. "Un ayudante doctor no cobra más de 1.700 euros y para eso ha tenido que hacer un grado, un máster, un doctorado, una etapa postdoctoral, tener publicaciones, tener congresos y presentarse a una plaza de ayudante doctor. En la empresa privada, solo con el máster, ya les triplican el sueldo".

Hasta hace unos años la salida natural de un egresado de matemáticas era la docencia pero ahora son solicitados por compañías de todo el mundo por su enorme versatilidad. Se los rifan desde los bancos o consultoras a las empresas tecnológicas o de seguros.

Sueldos de 5 cifras

La demanda laboral ha vaciado de matemáticos muchos institutos, de hecho las clases las están dando profesores de otras especialidades en muchos centros, y ha llegado también a los campus incapaces de retener a sus egresados a los que también reclaman las mejores universidades del mundo. Eva Gallardo lo está viviendo: "Yo doy clases en el doble grado de Matemáticas y Física de la Complutense y tengo egresados que se los están llevando al MIT (Instituto tecnológico de Massachussets) con una beca, que se los están llevando a Cambridge, que se los están llevando a Harvard... Se los están llevando a empresas. Tengo egresados a los que he dado clase y a los dos años han venido aquí a hablar conmigo y me dicen "tengo un sueldo de cinco cifras".

Ella alerta de la pérdida de talento que supone que se vayan: "Nosotros hemos formado a estos jóvenes y nuestra apuesta aquí está siendo a caballo perdedor. Porque tú haces la formación, les das una formación de calidad y ahora resulta que se los están llevando grandes universidades, grandes empresas tecnologicas y este talento es talento que se escapa y no regresa". En Europa, casi la mitad de las empresas tienen dificultades para encontrar trabajadores con habilidades STEM (que incluye a los formados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) , según datos del Banco Mundial. En Estados Unidos un 45% de los trabajadores en estas áreas son extranjeros.

La falta de candidatos se está convirtiendo en un quebradero de cabeza y está gestando un problema: "Quitando una ayudante doctor que entró el año pasado en mi departamento el más joven soy yo que entré en el 91", señala Fernando Blasco, docente en la UPM. "Los que llevamos entre 30-35 años en la universidad nos vamos a jubilar en los próximos 10 años y es posible que no haya relevo", advierte. Alrededor de un 18% de los profesores universitarios —en general, no sólo en matemáticas— se va a jubilar en la próxima década, según el último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo.

Eva Gallardo recuerda que del relevo depende la formación de los nuevos matemáticos y que es imprescindible que sean especialistas: "Si realmente los candidatos que se están presentado a plazas no cumplen unos determinados criterios como son un doctorado en matemáticas, una investigación con un proceso de desarrollo académico... Estaremos poniendo al frente de la formación de nuestros jóvenes a gente que no son expertos".

La Real Sociedad Matemática Española lleva tiempo alertado del problema y proponiendo soluciones como una carrera académica más atractiva: "Que no sea una carrera de obstáculos conseguir estabilidad. Las matemáticas se están enfrentado a ese reto y los organismos gubernamentales han de ser conscientes de que nos jugamos el futuro de nuestros estudiantes tanto en primeria como en secundaria y la universidad". Por si no fuera bastante, está en juego también el desarrollo económico ante un futuro que se presenta marcado por tecnologías como la inteligencia artificial.

 
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