Sociedad

Un desconocido manuscrito de la Edad Media que inspiró un castillo de Disney sale a la luz 40 años después

Se trata de ‘Les Très Riches Heures’, una obra realizada por tres pintores franceses que no ve la luz desde 1980

El castillo de Chantilly de París. / P A Thompson

El castillo de Chantilly de París.

Madrid

Es bien conocido que Walt Disney tenía múltiples inspiraciones a la hora de construir sus relatos, sobre todo en lo relacionado con los inmensos castillos que habitaban las princesas. Uno de ellos, concretamente el de la Bella Durmiente, está inspirado en un rarísimo manuscrito de la Edad Media. Ahora, gracias a una exposición realizada en Francia, esta obra podrá ver la luz después de 40 años oculta a los ojos del público.

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Se trata de ‘Les Très Riches Heures’, un manuscrito encargado en el año 1410 a tres pintores franceses muy conocidos en la época. Eran los hermanos Paul, Jean y Herman de Limbourg que murieron de peste tan solo cinco años después. La obra, entonces incompleta, pasó a manos de un cuarto artista anónimo varias décadas más tarde.

La obra, traducida como "las muy ricas horas", es un compilatorio de oraciones que este verano será expuesto en el Castillo de Chantilly, uno de los monumentos más icónicos de París. Hasta el momento estaba siendo restaurado, motivo por el que no ha sido analizado por ningún historiador desde la década de los 80.

Lo verdaderamente interesante de este manuscrito, además de las 131 complejas miniaturas que contiene, es que uno de estos motivos ha inspirado el castillo de la Bella Durmiente, una de las primeras princesas creadas por el famoso Walt Disney. De hecho, se dice que gracias a estos dibujos también pudo construir el entorno y los paisajes que aparecen en el largometraje.

La historia de ‘Les Très Riches Heures’

Este libro de oraciones ha tenido una larga vida. Desde su creación en 1410 a petición del duque de Berry, se perdió la pista del manuscrito, que tantos años después se volvería una pieza única de coleccionismo.

De hecho, no fue hasta 1485 cuando volvió a encontrarse en el foco de la nobleza. En ese año el manuscrito fue completado por el pintor Jean Colombe, que finalizó la obra por encargo de un nuevo duque, esta vez el de Saboya.

400 años más tarde, en el 1856, la obra fue adquirida por el duque de Aumale y llegó al castillo de Chantilly, donde ahora será expuesto en unos pocos meses. Durante todo este tiempo, el manuscrito ha servido como referencia para imaginarse el mundo medieval y las tradiciones religiosas que se seguían en la época.

Ahora, una vez más este manuscrito quedará expuesto al público gracias al museo Condé, que desde hace años no exhibe esta rara pieza de colección.

 
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