Lukashenko se aferra al poder en Bielorrusia después de unas elecciones sin rastro de la oposición

Alexander Lukashenko ni se había molestado en hacer campaña. No hacía falta, ya que no tenía rivales reales en las elecciones que se han celebrado en Bielorrusia, cuyos colegios electorales han cerrado ya. Después de impedir presentarse a cuatro candidatos opositores, y de permitir en cambio que se presentaran a los comicios otros que han dicho abiertamente que apoyan al presidente bielorruso, Lukashenko se asegura cinco años más en el poder que ostenta desde 1994.

Según los sondeos a pie de urna, Lukashenko ha obtenido más del 87% de los votos, aunque los resultados oficiales se darán a conocer ya el lunes. El Comité Electoral Central argumenta que se tarda tiempo en trasladar los datos de los colegios, por lo que hasta las 11:00 del día 27 no habrá un anuncio oficial de la victoria de quien para la mayoría de países occidentales es el último dictador que queda en Europa.

La principal dirigente opositora, Svetlana Tsijanóvskaya, vive exiliada entre Lituania y Polonia por las amenazas del régimen contra ella, ha sido condenada en ausencia, y su marido permanece encarcelado por querer presentarse a las elecciones del año 2020. En un mensaje en X, ha calificado las elecciones de "fraude" y de una "operación especial para aferrarse al poder".

Tsijanóvskaya exige "el fin de la represión, la liberación de prisioneros políticos y que Lukashenko rinda cuentas por sus crímenes". El presidente bielorruso mantiene a más de un millar de personas en la cárcel por motivos políticos, entre ellos el Premio Nobel de la Paz, Ales Bialiatski. El presidente bielorruso ha negado hoy mismo esta represión documentada por los propios opositores, por organizaciones como Amnistía Internacional o por la Comisión Europea.

Desdén hacia Occidente

El presidente bielorruso ha hablado durante cuatro horas con periodistas afines después de votar en Minsk. Lukashenko dice que su país está dispuesto a mantener relaciones con Occidente, aunque minimiza que la Unión Europea o Estados Unidos no vayan a reconocer el resultado de las elecciones: "Si no lo reconocen me da lo mismo. Lo principal para mí es que lo reconozcan los bielorrusos", ha dicho Lukashenko, quien ha añadido que "si ahora hiciera una declaración diciendo que no reconozco las elecciones estadounidenses y a Trump, ¿cambiaría algo allí?. Si no reconozco a Starmer, ¿cambiaría algo en el Reino Unido? Nada. Pues aquí no pasará nada".

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La Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, ha escrito en X la respuesta de Bruselas a estos comicios. "El simulacro electoral en Bielorrusia no ha sido ni libre ni justo", ha escrito, y añade que "los bielorrusos merecen tener voz y voto para decidir quién gobierna su país".

Según se va confirmando el previsible resultado electoral se suman otras reacciones de condena, como la de la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, quien ha calificado de "día amargo" el de las elecciones, ya que los bielorrusos "en lugar de elecciones libres y justas experimentan opresión, represión y violaciones de los derechos humanos a diario". Los gobiernos de los países escandinavos y bálticos han firmado también un comunicado conjunto en el que concluyen que Lukashenko "carece de cualquier legitimidad democrática".

Stalin como solución para Ucrania

Lukashenko ha tenido palabras para Trump y sobre todo para Elon Musk después del gesto que hizo idéntico al saludo fascista. "Se han vuelto locos y estúpidos. Los estadounidenses y nosotros luchamos contra el nazismo", dice Lukashenko, que añade que no se explica que no haya una respuesta unánime por parte de los judíos contra el magnate estadounidense.

Lukashenko ha criticado a todos los países con los que hace frontera Bielorrusia por el oeste durante esa conversación y ha vuelto a subrayar el respaldo absoluto que mantiene a la invasión de Ucrania iniciada por Vladimir Putin. Es más, la solución del presidente bielorruso para ese país es el ejemplo perfecto de que sus propuestas están a años luz de la democracia: "Para reconstruir Ucrania deberán movilizarse los ucranianos. Y tendrán que hacerlo como Stalin: poniéndose las botas, una camisa y un abrigo. Y a trabajar".