La batalla por una plaza MIR: los futuros médicos se la juegan y 15.000 aspirantes compiten por una de las 9.000 plazas
Más de 32.000 aspirantes se presentan para acceder a las especialidades de enfermería, farmacia, sicología, biología, química y física
La batalla por una plaza MIR: los futuros médicos se la juegan y 15.000 aspirantes compiten por una de las 9.000 plazas
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Madrid
Miguel lo tuvo claro desde que empezó la carrera de Medicina. Quiere ser pediatra. "Siempre me han gustado los niños y creo que se me dan bien. Es la especialidad más bonita que hay. Además, faltan pediatras y yo puedo aportar mi grano de arena", señala.
Es la segunda vez que se presenta al MIR. La primera no fue bien preparado y decidió darse una segunda oportunidad. Para el examen de este sábado ha estudiado mucho y va más seguro.
Jorge es enfermero y quiere ser el primer médico de la familia. No sabe en qué especialidad. "Depende mucho de cómo salga el examen, barajo diferentes opciones para poder elegir una plaza donde poder ejercer a gusto y feliz". Miguel y Jorge se la juegan. Forman parte del pelotón de 15.000 estudiantes que aspiran a una de las más de 9.000 plazas que oferta Sanidad para los futuros médicos. La mayor parte serán para Medicina Familiar y Comunitaria con 2.500. Una rama poco atractiva por la sobrecarga de trabajo y las condiciones laborales que explican que desde hace tres años quedan vacantes.
Más de 32.000 aspirantes a otras especialidades
En total son más de 11.000 plazas de Formación Sanitaria Especializada. A las pruebas de este sábado se presentan más de 32.000 aspirantes acceder a otras especialidades: enfermería, farmacia, sicología, biología, química, física. El 74% de los que van al examen son mujeres. Hay dos novedades en esta convocatoria: se elimina la nota de corte y la elección de plaza podrá ser presencial. La convocatoria de este año viene marcada por la polémica medida del ministerio de Sanidad de exigir también para los MIR la exclusividad después de su formación.
"Es un mal parche para tapar las carencias de la sanidad pública a golpe de imposición. En vez de obligar, las condiciones laborales tendrían que ser mejores para impedir la fuga de talento", critica Miguel. "Es injusto e innecesario, después de tantos años estudiando y dedicándonos a una profesión tan dura y bonita, creo que nadie debería tener el derecho de decidir por nosotros de esta manera", añade Jorge.