Cinco llamadas en un minuto y 20 visitas agendadas en una hora: el relato sonoro de la reñida carrera por alquilar un piso en España

Madrid

La irrupción de los pisos turísticos, la escasez de vivienda para vivir o el miedo al impago que evita que muchos propietarios pongan sus pisos en alquiler son factores que estrechan cada vez más el cerco a posibles inquilinos que buscan un hogar. Hay mucha demanda y poca oferta para este fin y es lo que provoca la tensión en los precios, en especial en las zonas más céntricas.

Ante alquileres imposibles, se produce un trasvase importante de personas hacia otros barrios que huyen del punto neurálgico de la ciudad y que sufren la reñida búsqueda de un piso en otras áreas más desplazadas. De hecho, hay que ser muy rápido y afrontar con resignación la competencia a la que te expones si intentas que la inmobiliaria coja el teléfono o te conceda una visita.

La SER se ha desplazado a Capitalis Servicios Inmobiliarios, en Moratalaz (Madrid), para comprobar in situ cuánto tarda en sonar el teléfono tras publicar el anuncio de un alquiler y el volumen de trabajo que supone para sus profesionales gestionar los contactos que generan dicho anuncio. Nos atienden el director de la inmobiliaria, Martín Calvet; y su socio, David.

20 contactos en 5 minutos

Es martes, 21 de enero, son las 15:55 horas. "La vivienda que vamos a publicar es de 98m2. Es de tres habitaciones, dos baños, está en buen estado y el precio es de 1.200 euros. Se incluyen la calefacción y el agua", detalla Martín las características del piso en Moratalaz que estará colgado en 5 minutos en la página de la inmobiliaria y en los portales Idealista y Fotocasa.

A las 16:00 horas ya es público el inmueble. No pasa ni un minuto cuando suena el teléfono: "Capitalis, buenas tardes". David descuelga y, como era de esperar, la persona al otro lado de la línea está interesada en el alquiler que acaba de salir al mercado: "Le cuento, este piso está asociado a un seguro de impago, que corre a cargo del propietario, pero tengo que hacerle unas preguntas para comprobar que su perfil se ajusta a lo que buscamos". La conversación dura 4 minutos, David cuelga a las 16:04: "En un primer minuto han llamado 6 personas. A una he podido atenderla, pero a 5 no porque estaba en conversación. El trabajo ahora es devolver todas las llamadas. Cuando te pones a ello entran más". Martín reconoce que es "imposible" filtrar y barajar el aluvión de contactos: "Hay que contar las llamadas y los emails de los interesados. Hay quienes ya envían una descripción más detallada sobre quiénes son y aportan datos que nos facilitan el trabajo".

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A los cinco minutos, a las 16:05, el balance es de 20 contactos en total y dos llamadas atendidas. Ambos agentes inmobiliarios coinciden en que las conversaciones telefónicas conllevan, al menos, 4 o 5 minutos de charla: "Intentamos que sean de calidad para constatar que la persona cumple con los requisitos económicos, les explicamos todo para no generar frustración y evitar dar una cita que no servirá de nada". Una de esas condiciones, en caso del inmueble al que nos referimos, es cumplir con la ratio de endeudamiento. "Los inquilinos deben reunir 3.000 euros", explica David, "deben tener un aval si no llegan". De hecho, él mismo le explica a una interesada que reunía 2.700 euros "que a pesar de que la diferencia sea de 300 euros, la aseguradora no lo iba a aceptar". Se prevé que este año el alquiler con seguro de impago alcance una penetración del 15%, según el Observatorio Español del Seguro de Alquiler.

20 visitas agendadas en una hora

Siguiendo con la cronología, Martín y David apuntan en 40 minutos 10 visitas para el lunes 27 de enero. "Esto es un drama, hay muy poquita oferta y sabemos que hay vivienda vacía de gente que no se atreve a alquilar", argumenta Martín, de ahí que se contraten cada vez más los seguros de impago. No solo reciben llamadas o emails los agentes inmobiliarios, también reciben visitas como la de Cinthia: "En Capitalis tienen mi ficha desde finales de 2023. Vivo en un piso de 60m2 y tengo cuatro hijos, necesito uno más grande, pero quisiera mantenerme en el barrio". Acude a la propia oficina para asegurarse de que le toman nota para hacer una visita. De paso, nos cuenta su experiencia con otras agencias: "Ya no pueden cobrar honorarios a los inquilinos, pero nada más lejos de la realidad. El problema es que como inquilinos y sabiendo cómo está el mercado, si te piden 1.200 euros más los acabas pagando, pero, eso sí, me quedo con el piso. Hemos llegado a esos niveles de desesperación".

David cuenta que le "han llegado a ofrecer pagarle para quedarse con un inmueble": "Mira, esto no funciona así, es ilegal que cobremos al inquilino, al menos nosotros no lo hacemos. Quien nos paga es el propietario". De hecho, en una de las llamadas, un interesado agradece a David que le avise de que está prohibido por ley que las inmobiliarias cobren a los inquilinos. Según el chico al teléfono, "en todas las agencias le han exigido un pago".

En una hora, a las 17:00, ya hay agendadas 20 visitas para el lunes 20 de enero. Cuando se apaga este micrófono, a las 19:30, quedan 71 emails y 25 llamadas por devolver. Tres horas y media dan para mucho. También para conocer los problemas del mercado inmobiliario, que afloraron nada más activar el cronómetro.