La antigua mansión "encantada" de Adele se convierte en un problema para su propietario: 13 años después no logra venderla
La cantante británica vivió durante apenas seis meses en una casa de Sussex, valorada en más de 7 millones de euros, y, en una entrevista en su interior, comentó que "daba miedo "
Madrid
La prensa británica cuenta una historia curiosa sobre la cantante Adele, a raíz de unas declaraciones que hizo en 2012, y que se han convertido en la pesadilla del propietario de una mansión, que trata de venderla. Aquel año la cantante vivió durante apenas seis meses en una mansión en Sussex, al sur de Inglaterra, valorada en más de 7 millones de euros, y enseñó su interior en una entrevista.
En aquel momento, Adele dijo que la casa "daba miedo" y deslizó que, en algún momento, la mansión había sido un convento. No dijo nada más, pero un tabloide británico tituló que había dicho que estaba "embrujada" y la revista Hello! llegó a incluirla en una lista de casas embrujadas. Ese simple comentario de unos segundos provocó que, desde entonces, 13 años después, su propietario no haya logrado venderla.
Conocida como Lock House, la casa fue construida a principios del siglo XX y ahora se ha convertido en un problema para su propietario, quien asegura que las palabras de Adele sobre fenómenos paranormales han hecho casi imposible su venta.
De fascinación a pesadilla
En 2012, Adele se mudó a la mansión, de 13 habitaciones y nueve baños, situada en West Sussex. La cantante, que entonces tenía 24 años, se quedó fascinada por la propiedad y su diseño histórico. Pero aquella fascinación pronto se volvió una pesadilla. Adele describió su experiencia como "bastante aterradora" y explicó que allí se escuchaban ecos y voces extrañas: "Estaba convencida de que estaba embrujada".
De hecho, llegó a contratar un guardaespaldas para sentirse más segura cuando estaba sola y, aún así, el miedo la llevó a mudarse, solo seis meses después, a otra vivienda más pequeña, de ocho habitaciones, en East Grinstead, a media hora de la casa supuestamente "embrujada".
Pero el daño ya estaba hecho. Las palabras de Adele corrieron como la pólvora por los medios británicos hasta generar un descomunal problema a su propietario. Nicholas Sutton está convencido de aquellas declaraciones afectaron gravemente a la reputación de la mansión en el mercado inmobiliario. Durante los últimos 13 años, los posibles compradores suelen desistir al enterarse de las supuestas actividades paranormales y recuerda que, en 2020, un comprador interesado cambió de opinión en el último momento, con una oferta ya presentada, tras investigar sobre el supuesto estado de la propiedad.
Ante la imposibilidad de venderla, el propietario planea dividir la mansión en tres casas y una cabaña con el objetivo de hacerla más atractiva para los compradores y preservar su valor histórico.