Cae una red de narcotraficantes que introducía toneladas de cocaína a través del puerto de Barcelona
Lucky, Bugati y Negro: los narcos que importaban toneladas de cocaína por el puerto de Barcelona
Barcelona
La Guardia Civil ha intervenido 30 vehículos de lujo y 48 armas, entre las cuales, ametralladoras automáticas: "Las armas de guerra ya están en nuestras calles y las tenemos que sacar de circulación lo más bien posible".
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Más de siete toneladas de cocaína; seis millones de euros en efectivo; 30 coches de lujo, algunos de los cuales cuestan más que un piso en Barcelona, y 48 armas de fuego, entre ellas varias ametralladoras automáticas y armas de guerra como una AK-47. Es el resultado de una operación de la Guardia Civil que empezó discretamente en Lleida y que ahora, tres años después, ha acabado desmantelando una red de narcotráfico que introducía grandes cantidades de cocaína a través del Puerto de Barcelona.
Los narcotraficantes se servían de la ayuda de al menos un estibador que situaba los contenedores con la droga en el lugar acordado. A cambio, los narcotraficantes le pagaban un sueldo o le entregaban una parte de la droga, según explican fuentes de la investigación a la SER. Además de la droga intervenida, tanto el jefe de la Guardia Civil en Cataluña como el delegado del Gobierno en la comunidad han destacado la alarmante presencia de armas de guerra entre los decomisos. "Ya están en nuestras calles y las tenemos que sacar de circulación lo antes posible", ha dicho Carlos Prieto.
"Estamos hablando de armas automáticas, con la peligrosidad que comportan. Las usan en revanchas como la del barrio de la Pólvora de Girona o enfrentamientos como el del barrio de la Mina, en Sant Adrià del Besós", ha añadido el general Pedro Pizarro, jefe de la Guardia Civil en Cataluña, que sospecha que estas armas pueden provenir el mercado negro de Ucrania o Rusia, a raíz de la guerra.
Cocaína en cajas de piñas huecas
La investigación empezó en enero del 2022, cuando la Guardia Civil detectó con un contenedor sospechoso. El transportista que conducía el camión alertó que el contenedor llevaba más peso del que se indicaba porque al vehículo le costaba acelerar. Efectivamente, contenía 620 kilos de cocaína escondidos en el interior del rotor de un generador eléctrico, un motor industrial muy antiguo, que había sido manipulado y enviado desde Panamá a una empresa de Lleida con el objetivo de esconder en el interior la droga.
Tras encontrar el alijo, la fiscal, la magistrada del juzgado de Instrucción de Lleida y un grupo de media docena de investigadores de la Guardia Civil empezaron a estirar del hilo. Otra pista les permitió intervenir en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, 200 cajas de piñas huecas, procedentes de Costa Rica, donde descubrieron otro cargamento con 62 kg más de cocaína. "Usaban métodos muy sofisticados introduciendo la droga en España a través de contenedores marítimos en productos aparentemente legales como maquinaria industrial o fruta tropical", ha explicado Prieto.
Los meses siguientes, y gracias a la colaboración de la EUROPOL, los investigadores evitaron el envío de 4.000 kilos de droga interceptada en Panamá, lista para enviar al puerto de Barcelona. En los registros a Madrid, los investigadores también encontraron una cantidad inferior de 'tusi', conocida como cocaína rosa, una sustancia de la peligrosidad del fentanilo y otras drogas de diseño, según el delegado del Gobierno: "El hallazgo de esta cocaína rosa no es menor, y puede representar un indicio de intento que entre al mercado español".
'Lucky', 'Bugati' y el 'Negro': los líderes de la red con epicentro a Sant Cosme
El líder de la red, apodado 'Lucky', dirigía la organización desde la prisión. Lucky, originario y afincado, antes de ser encarcelado, en el barrio de Sant Cosme, en el Prat de Llobregat (Barcelona), tenía dos lugartenientes, conocidos como "el Bugati" y "Negro". Cada uno de ellos dirigía una facción de la organización, dividida en dos clanes estancos, de manera, que solo en Lucky conocía todos los roles y integrantes de la red de narcotráfico.
Según explican fuentes de la investigación, los integrantes llevaban una vida normal en Sant Cosme y subsistían oficialmente de pensiones, como el paro o ayudas a familias numerosas. Sus ingresos oficiales, sin embargo, no se correspondían con el tren de vida que llevaban. En los registros, los investigadores han decomisado joyas y relojes Rolex o Patek Philippe. También han decomisado 30 coches de alta gama, entre los cuales hay dos Lamborghinis (Aventador y Urus), McLaren y Mercedes G AMG, con precios de salida entre 300.000 y 500.000 euros cada uno. Vehículos que, según las mismas fuentes, usaban en ocasionas especiales o en segundas residencias en Málaga y Marbella, donde no llamaban tanto la atención.
La Guardia Civil ha intervenido estos vehículos que serán subastados una vez el juzgado lo autorice. Algunos coches, de gama media, serán reclamados por el instituto armado para ser usados como vehículo policial. Además de los importantes decomisos, la Guardia Civil ha conseguido decapitar la organización y arrestar a todos los implicados. De los 26 investigados, 23 han ingresado en prisión, destacan los investigadores.
Andrea Villoria
Periodista especialitzada en informació judicial, policial i d'emergències. Ha treballat a les redaccions...