Adebayor desvela el secreto de Cristiano Ronaldo: "Entonces oigo un ruido de fondo... y los fisioterapeutas me dijeron que era él"

Muchos recuerdan a Emmanuel Adebayor con la camiseta del Real Madrid, y eso que solo jugó durante seis meses. El togolés llegó a la casa blanca en enero de 2011, cedido desde el Manchester City, donde perdido la confianza del técnico Roberto Mancini. Su mejor versión se vio con los citizens y en el Arsenal, pero también dejó huella en el Santiago Bernabéu, donde quiso impresionar desde el principio. Un aviso le llegó en su presentación como nuevo jugador madridista: no todo el mundo estaba a favor de su llegada y pensaban que no estaba a la altura de un equipo como el Madrid. Entonces, Manolito, como después le apodarían, se puso manos a la obra.

Según desveló el propio exfutbolista, ahora con 40 años, en el podcast Takes from the terrace de Optus Sport, su primer cometido como jugador del Real Madrid era dejar buenas sensaciones en el staff de José Mourinho. Por ello, cuando recibió el aviso de que su primer entrenamiento sería a las 10:30h, acudiría un par de horas antes. "Me decían, Emmanuel, hay gente que cree que eres malo. Así que intenta al menos las dos primeras semanas ser lo mejor que puedas, dar la mejor versión de Adebayor", recordó. En su primera sesión, llegó a las 8:45h a Valdebebas.

Las luces estaban apagadas, por lo que su objetivo parecía cumplido: era el primero en llegar, todos iban a alucinar con su profesionalidad desde el día 1. Pero un ruido lejano le extrañó. "Me quedé como qué está pasando. Era mi primer entrenamiento y no conocía aún las instalaciones. Le pregunto a uno de los fisioterapeutas que qué está pasando abajo. Y me dice que estaba Cristiano Ronaldo. Me quedé como 'oh, venga, man, este tipo... Al final he sido el segundo'", reconoció.

Y allí estaba Cristiano Ronaldo. "Fui a verlo y me dijo: 'Oh, Emmanuel, un placer conocerlo, ¿cómo estás?'. También me dijo que estaría conmigo, me ayudaría y que le dijese si necesitaba algo. Me di cuenta que él estaba allí mucho antes. Le pregunté qué a qué hora llegaba y respondió que a las 7:30. Le dije: 'Vale, gracias, buena suerte, nos vemos más tarde, adiós'", dijo Adebayor. Así se dio cuenta de cuál era el secreto del portugués. El entrenamiento empezaba tres o cuatro horas más tarde de su llegada, pero él estaba ya ejercitándose para ser el mejor. "El entrenamiento empezaba a las 10:30 y tú llegas a las 7:30. ¿Para hacer qué?", se preguntó (y se sigue preguntando). "Me dije a mí mismo de dejarle en su propio mundo, para que disfrutara del fútbol y de su carrera. Y hoy él tiene 41 años, sigue en la élite, jugando al fútbol, en la cima... Es simplemente hermoso de ver. Un gran ejemplo", añadió el exfutbolista durante la entrevista.

Aquello fue el inicio de una gran relación entre ambos, que se fue fraguando a cada entrenamiento. Hasta le enseñó a bailar en sus celebraciones. "Un día dijo: 'Emmanuel, me gusta la forma en la que bailas, puedes enseñarme'. Le respondí que sí, pero que antes de enseñarle tenía que prometerme una cosa: que si marcaba tenía que celebrarlo así. La gente lo sigue poniendo a día de hoy y cuando lo veo me lleva de vuelta a 2011. Me trae alegría a mi vida y me recuerda que he tenido la oportunidad de jugar con uno de los mejores jugadores de la historia", admitió. Para él lo es, por su mentalidad, por la persona que es y por el carácter que tiene. Algo que le contagió desde el primer día ya que consiguió su objetivo: ser querido por la afición. Su primer gol de blanco fue capital para las semifinales de Copa del Rey ante el Sevilla, y se convirtió en el héroe de los cuartos de Champions con su doblete al Tottenham.

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Pese a jugar seis meses en el Madrid, el internacional con Togo recuerda aquella época con cariño, ya que, entre otras cosas, pudo jugar con Cristiano Ronaldo. Tras su paso por la capital española, Adebayor vistió la camiseta del Tottenham, del Crystal Palace y del Başakşehir, entre otros. Una carrera deportiva —con parada en el Real Madrid de Mou y CR7— que cuando era pequeño, y no tenía ni electricidad en su casa, era incapaz de imaginar. "No había electricidad en mi casa y quería tener la oportunidad de ver jugar a Ronaldo, Henry, Beckham, Zidane... Recuerdo que la final que ganó Brasil a Francia la vi en mi barrio, a través de la ventana en la casa de los vecinos. Que diez años después pudiera jugar para un equipo así para mí es increíble... Sabes que los sueños se pueden cumplir pero tienes que creer en ellos. Estoy bendecido", terminó.