El infierno que su marido le hizo vivir a una de las reinas de Hollywood por salir desnuda en una película: "La obligó a abandonar"
Hedy Lamarr, inventora y estrella de cine, es homenajeada en el programa 'Sucedió una noche'
El infierno que su marido le hizo vivir a una de las reinas de Hollywood por salir desnuda en una película: "Obligó a su mujer a abandonar"
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Madrid
Hedy Lamarr, además de ser una de las estrellas más brillantes de Hollywood durante los años 30 y 40, fue una inventora que revolucionó el campo de las comunicaciones inalámbricas. Sus invenciones tecnológicas se utilizaron para controlar los torpedos y la comunicación durante la crisis de los misiles y a día de hoy todavía son útiles para la tecnología que utilizan las redes móviles, el WI-FI y los dispositivos Bluetooth.
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Lamarr, antes de sus invenciones tecnológicas, triunfó en Hollywood con películas como Sansón y Dalila y La extraña mujer. La actriz fue vendida por la Metro Goldwyn-Mayer como "la mujer más bella del mundo" para promocionar sus películas, y ha pasado a la historia por promocionar el primer orgasmo de la historia del cine. En 1933, la película checoslovaca Éxtasis la haría famosa en todo el mundo con una escena en la que aperecía completamente desnuda bañándose en un río, además de la escena del orgasmo.
La actriz confesó que no sabía muy bien lo que estaba haciendo durante el rodaje, ya que el director, Gustav Machatý, no le dejó hacer preguntas y soló rodó primeros planos descontextualizados de ella sin explicarle para qué. "Yo estaba totalmente sola, pero por obra del montaje, luego parecía que estaba haciendo el amor. No era muy consciente de qué iba la escena ni me resultó embarazoso hacerla", cuenta la propia actriz en un capítulo del programa Sucedió una noche.
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Éxtasis fue prohibida en varios países. En Austria, país natal de la actriz, su marido intentó prohibirla. Lamarr estaba casada con un magnate de la industria armamentística llamado Fried Mandel, que era amigo y colaboracionista del régimen Nazi. La actriz estaba atrapada en un matrimonio de conveniencia que se vio obligada a aceptar para proteger a sus padres, que eran judíos. Su marido intentó comprar todas las copias y quemarlas para que nadie pudiera ver el cuerpo desnudo de su esposa.
Sin embargo, Mendel era totalmente incapaz de hacer desaparecer esa película, que se hizo famosa al instante por contener escenas completamente escandalosas para la época. El marido de Hedy, furioso, la obligó a abandonar su profesión de actriz y la mantuvo encerrada en casa durante cuatro años, vigilándola a todas horas.
Ella aprovechó su claustramiento para retomar sus estudios de ingenería de comunicaciones que le permitieron, años después y cuando consiguió zafarse de su marido, para retomar sus estudios de ingeniería de comunicaciones que después le ayudarían para conseguir llevar a cabo sus invenciones.
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