Carlos Díaz, coreógrafo de Nathy Peluso o Will Smith: "Cada vez hay más cuerpos no normativos en la industria de la música"
Aimar Bretos entrevista al bailarín y coreógrafo de artistas internacionales
Madrid
Carlos Díaz habla de la danza desde la pasión y la ilusión, algo que no ha perdido desde que empezó a formarse como bailarín de danza urbana con pocos años de vida. A día de hoy, es coreógrafo de artistas internacionales de máximo nivel: Nathy Peluso, Will Smith, Lola Índigo o Mahmood, entre otros. Todos ellos cuentan con Díaz para preparar sus conciertos, giras y videoclips: todo lo que tenga que ver con el movimiento del artista pasa por la cabeza del valenciano.
Un proceso que, asegura Díaz comienza con algo tan simple como traducir la letra de una canción para saber qué quiere decir el artista con su creación: "Después de eso, hay un documento en el que se presenta la historia del videoclip, posibles escenarios, cuál va a ser el mood y los estilismos. Y con todo eso, tengo una sensación energética muy clave de por dónde quieren llevar el videoclip, entonces ya, sobre eso, voy con los pasos", le ha explicado a Aimar en Hora 25.
El bailarín ha insistido en que la industria de la danza y del entretenimiento en general está evolucionando hacia una mayor diversidad y aceptación de cuerpos no normativos: "Empieza a ser muchísimo más normal ver a prototipos diferentes dentro de la industria del entretenimiento. Hasta ahora, si eras un actor gordo, pues ya te metían en el personaje gracioso o el torpe. Se está saliendo de esa costumbre que, en mi opinión, era un poco un poco fea".
Para él, cantar bien y bailar bien no van siempre de la mano, aunque "bailar es un impulso", ha asegurado Díaz: "El ser humano no anda y ya baila. Tú ves a los bebés que no saben ni andar y ya les pones una canción y tienen un impulso de que quieren moverse a ese ritmo". Y aunque esto es así, hay artistas que se manejan mejor y otros que peor, y ahí está el coreógrafo para pensar en el movimiento y preparación de los artistas para un concierto o un rodaje: "En los meses previos a los tours se trabaja mucho el cardio para controlar las pulsaciones altas, la fuerza, y la respiración. Es un trabajo de ir viendo cómo va respondiendo su voz ante ante los movimientos".
Trabajar con artistas internacionales ha llevado a Díaz a vivir situaciones surrealistas, como ser perseguido por fans cuando acompañaba a uno de ellos: "Que el driver de tu van se llegue hasta meter en contra dirección para evitarlos y que el taxista de detrás se meta también en contra dirección, o ver cómo los fanáticos se colaban en el hotel de algún artista: "¿Nos quieren matar o qué está pasando? A John Lennon lo mató un fan", ha dicho asustado el bailarín.
En su escuela, Home Dance Studio, por la que pasan cientos de bailarines a diario, Díaz trata de inculcar su forma de ver esta profesión: "Hay que trabajar muy duro porque es un mundo muy pequeño para mucha gente. Hay que trabajar muy duro y ser muy constante, y es muy difícil porque trabajamos con nuestras emociones", ha concluido Díaz.
Laura Bermejo de la Flor
Periodista en la SER. Redactora de Código de Barras, un programa de consumo y mucho más. Apasionada...