El manto de la Tierra tiene dos inmensas "islas subterráneas" de más 500 millones de años de edad

En las profundidades de la Tierra, concretamente en el manto terrestre, se esconden dos enormes “islas” que tienen el tamaño de un continente.

Una nueva investigación, realizada por un equipo de la Universidad de Utrecht (en los Países Bajos) y que publica Nature este miércoles, demuestra que estas regiones subterráneas tienen, como mínimo, 500 millones de años.

Además, estas dos grandes islas están rodeadas por un “cementerio” de placas tectónicas, que han sido transportadas allí por un proceso llamado “subducción”, por el cual una placa tectónica se sumerge debajo de otra y se hunde desde la superficie de la Tierra hasta una profundidad de casi 3.000 kilómetros.

Estas nuevas observaciones científicas contradicen la teoría vigente hasta ahora que cree que el manto terrestre tiene una estructura menos rígida y mezclada y que, por lo tanto, fluye de forma rápida.

Método “musical”

Los sismólogos estudian el interior profundo de la Tierra investigando los tonos “musicales” las ondas que emiten los terremotos, porque estos suenan más o menos desafinados o más o menos fuertes cuando encuentran anomalías en el subsuelo de nuestro planeta.

De esta manera, los sismólogos pueden captar imágenes del interior de nuestro planeta, al igual que un médico puede "ver" el interior del cuerpo usando los famosos rayos X.

Dos supercontinentes subterráneos

A finales del siglo XX, un análisis de estas oscilaciones mostró la existencia de dos "supercontinentes" subterráneos: uno bajo África y otro bajo el océano Pacífico, ambos ocultos a más de 2.000 kilómetros bajo la superficie de la Tierra.

"Nadie sabía qué eran, si eran solo un fenómeno temporal, o si llevaban allí millones o quizás miles de millones de años", explica Arwen Deuss, sismóloga y profesora de Estructura de la Tierra en la Universidad de Utrecht.

Situación

Los sismólogos saben desde hace años que estas islas se encuentran en el límite entre el núcleo y el manto de la Tierra, porque las ondas sísmicas se ralentizan allí. Por eso, los científicos de la Tierra llaman a estas regiones “Grandes Provincias de Baja Velocidad Sísmica” o “LLSVPs”.

Las ondas se ralentizan porque las “LLSVPs” son calientes, al igual que no se puede correr tan rápido cuando hace calor como cuando hace más frío.

“Al igual que cuando hace calor afuera y sales a correr, no solo bajas la velocidad sino que también te cansas más que cuando hace frío afuera”, subraya la investigadora Sujania Talavera-Soza.

Características

En estas dos inmensas “islas subterráneas” no solo hace más calor, sino que sus bloques de construcción son mucho más grandes y muy rígidos.

Por lo tanto, al contrario de lo que nos enseñan los libros de geografía, el manto terrestre no puede estar tan mezclado como se creía hasta hoy.

El conocimiento del manto terrestre es esencial para entender la evolución de fenómenos muy importantes que afectan también a la superficie de la Tierra, como los volcanes y la formación de montañas,

De hecho, el manto terrestre es el motor que impulsa todos estos fenómenos.

Por ejemplo, las columnas del manto son grandes burbujas de material caliente que se elevan desde el interior profundo de la Tierra y que dan origen a los grandes volcanes, como los de las Islas Hawái.

"Y creemos que esas columnas del manto se originan en los bordes de las LLSVP”, afirman estos investigadores.

Grandes terremotos

Para poder realizar este tipo de descubrimientos, los sismólogos analizan las oscilaciones causadas por terremotos realmente grandes y que, sobre todo, tienen lugar a grandes profundidades, como el gran terremoto de Bolivia de 1994.

"Nunca llegó a los periódicos, porque tuvo lugar a una gran profundidad de 650 km y, afortunadamente, no provocó daños ni víctimas en la superficie de la Tierra", explica Deuss.