Dani Rovira revela el momento exacto en el que descubrió que había nacido para la comedia: "Teníamos un pequeño reto"

Madrid

Dani Rovira ha visitado este miércoles El Faro de la Cadena SER para hacer un repaso junto a Mara Torres a toda una vida dedicada al humor y el espectáculo. Desde que era bien pequeño, el protagonista de esta historia tenía bastante claro que podía hacer carrera en eso de la comedia. De hecho, el humorista ha reconocido que llegó a preguntarle a su madre en más de una ocasión qué era lo que tenía que hacer para poder salir en la televisión y ganarse la vida pasándoselo bien. El malagueño sabía que gozaba de una gracia innata y quería explotarla al máximo sea como fuere.

El humorista sabía que era gracioso porque, entre otras cosas, fue una de las pocas personas que consiguió hacer reír a su abuelo materno. Un hombre de la época, que se caracterizaba por su seriedad y disciplina, que nunca quería reírse en público porque pensaba que era un símbolo de debilidad: "Fue mi público más complicado". En declaraciones a la Cadena SER, el humorista nos explica que su abuelo les tenía terminantemente prohibido incluso reírse en la mesa cuando estaban comiendo. Sin embargo, Dani Rovira y su hermano pequeño comenzaron a ablandarle poco a poco el corazón a partir de todo tipo de payasadas.

"Había como un pequeño reto"

Todo ello hasta que, finalmente, consiguieron sacarle una sonrisa. Un punto clave en su relación que les llevó a hacer todo lo posible a volver a sacarle esa sonrisa una y otra vez cada vez que iban a visitarle a su casa: "Había como un pequeño reto cada vez que íbamos a ver a nuestros abuelos". ¿Y de dónde le viene entonces la gracia? Principalmente de su madre y su abuela, quienes le ayudaron a ser la persona que es a día de hoy: "El humor con el que entiendo de la vida creo que lo mamé bastante de mi madre y, por ende, de mi abuela".

Sin embargo, Dani Rovira también cree que el hecho de que su abuelo renegara del humor también le animó a dedicarse al mundo del espectáculo: "Y luego creo que también me viene mucho de mi abuelo materno, que era todo lo contrario. Él nunca se reía en público hasta que llegamos mi hermano pequeño y yo, que éramos dos imbéciles redomados. Y como siempre estábamos haciendo el imbécil, nos daba igual que estuviera el abuelo o no. Y un día el abuelo se rio. Se rio como el que se está meando y sale de la habitación como que se me está escapando la risa y voy al baño".

"Fue mi público más complicado"

A partir de entonces, ambos se marcaron como objetivo hacer reír al abuelo: "Con la abuela nos reíamos de lo más grande y era como a ver quién hace reír al abuelo. Fue mi público más complicado, porque no había muchas historias en las que mi abuelo se riera". Un entrenamiento que sin duda alguna le ayudó a superarse y convertirse en el artista que es a día de hoy. Porque, para llegar hasta este punto en el que es considerado como uno de los artistas más queridos de nuestro país, Dani Rovira ha tenido que trabajar mucho.

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En esta entrevista, el humorista ha recordado su época como payaso y cuentacuentos. También sus primeros monólogos y, como no podía ser de otra forma, su debut en la gran pantalla con un proyecto como Ocho apellidos vascos. Una película, la más taquillera de la historia de nuestro país, que lanzó a Dani Rovira hasta el estrellato.