Dani Rovira: "Mi público más difícil fue mi abuelo, el cachondo, que nunca se reía"
El humorista, que está inmerso en su show 'Vale la pena', visita El Faro para repasar su trayectoria, que empezó en una tetería de Granada y dio un vuelco con 'Ocho apellidos vascos'
Desde que Dani Rovira dio el salto a la fama con 'Ocho apellidos vascos', su primera película, se ha enfrentado a un público muy diverso: el que va a verlo a sus monólogos, el de las salas de cine o el que juzgó su papel como presentador en tres galas de los Premios Goya. Pero ninguno tan complicado como su abuelo materno. A él, cuenta en 'El Faro', le debe haberse dedicado al humor: "Era un tío serio. Mi madre contaba que no se podían reír en la mesa y él nunca se reía en público, hasta que llegamos mi hermano pequeño y yo, que siempre estábamos haciendo el imbécil, y un día el abuelo se rió".
Rovira no soñó desde pequeño con convertirse en cómico ni en actor, aunque pasaba las tardes viendo con admiración a Emilio Aragón en Canal Sur, con 'Saque Bola'. De aquella época de tele y familia recuerda haber escuchado a su madre sorprenderse porque a aquella gente le pagasen por pasarlo bien. "A mí eso se me quedó un poco como la típica cosa infantil, de pensamiento mágico, de pensar: 'Ojalá a mí algún día me pague por pasármelo bien también".
En una tetería de Granada empezó a disfrutar del trabajo. Debutó como cuentacuentos, pero fue alargando las historias y llenándolas de chascarrillos hasta convertirlas en monólogos de humor. En un show cómico es donde lo descubrió la directora de cásting de 'Ocho apellidos vascos', la película que le dio su primera oportunidad como actor, que le valió un Goya y que lo convirtió en un personaje reconocido en todo el país. "Me llamaban para todo, todo el rato. Para cine, para teatro, para tele, para radio, para todo", ha contado. Diez años después y visto con perspectiva, Mara Torres le ha preguntado si en aquella época quiso escapar. "Sí, yo quería escapar, lo que pasa es que no lo sabía. Estaba en una etapa de mi vida en la que lo que me apetecía era paz y silencio, pero tampoco quería renunciar a lo que me estaba pasando. Me alegro cuando se llena el teatro al que voy o cuando hago una película y le gusta a la gente, pero luego tengo que equilibrarlo con mi vida. Cuando hay una alfombra roja lo disfruto, pero lo que estoy anhelando es llegar a casa, pasear a mis perros y recoger una caca, que ha sido siempre lo que me ha hecho tener los pies, y las manos, en el suelo", ha contado entre risas.
"No soy, ni de lejos, el cómico más gracioso de este país, pero lo que digo es de una honestidad brutal"
Ahora está inmerso en un nuevo espectáculo, 'Vale la pena', con el que quiere demostrar que "de lo malo, de lo oscuro, de lo doloroso y de lo inapetente, también hay que sacar un aprendizaje". Rovira asegura que ha hecho catarsis con su propia vida para crear un show en el que se ríe de todo y en el que también se emociona. "No soy, ni de lejos, el cómico más gracioso de este país, ni el que escribe las mejores líneas, pero una cosa sí que tengo, y es que lo que digo es de una honestidad brutal", ha defendido.
Dani Rovira: "Mi público más difícil fue mi abuelo, el cachondo, que nunca se reía hasta que llegamos mi hermano y yo"
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Julia Molina
Es periodista en la Cadena SER desde 2017. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid...