Raphinha reina en un partido loco: el brasileño anotó el 4-5 en la última jugada del partido y mete al Barça en octavos
El FC Barcelona llegó a ir perdiendo por 4-2
Siempre se suele hablar de las noches mágicas de la Champions League. Días en los que lo imposible se vuelve posible y es por eso que hace que tanta gente quiera verla. Este martes ha sido una de esas jornadas en las que suceden resultados que quedarán marcados en la memoria de mucha gente. Lo ha protagonizado el FC Barcelona ante el Benfica que cuando tras ir cuatro a dos por debajo en el marcador, en los últimos minutos se ha acabado llevando la victoria.
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Parecía que todo estaba saliendo en contra del equipo culé. Empezaban perdiendo en el minuto dos, y aunque al poco consiguen ponerse por delante, dos errores clamorosos de su portero ampliaban la diferencia por partida doble a favor de los portugueses. Primero era una mala salida del polaco que dejaba a Plavidis de cara a puerta sin ninguna oposición. Después fue un penalti el que hacia Szczesny, que arroyaba a Akturkoglu, para que el griego hiciera un hat-trick.
La segunda parte comenzaba de manera diferente para el FC Barcelona y conseguían recortar diferencias en el marcador gracias a un gol de Raphinha. Sin embargo, poco iba a durar la alegría de los culés, que veían como volvía a marcar el Benfica gracias a un tanto en propia puerta de Ronald Araujo.
No se iba a rendir el Barça que lo iban a intentar de todas las maneras posibles. Al final sus intentos dieron resultados, y en el 78 el árbitro señalaba un penalti que convertía Robert Lewandowski. Ese gol llenaba de ilusiones al conjunto culé que veía como estaba cerca, aunque sea el empate. Este acabaría llegando con un centro de Pedri hacia Eric García, que saltaba por encima de sus defensores para rematar dentro de la portería.
Un minuto quedaba para finalizar el encuentro, no daba la sensación de que ninguno de los dos equipos fuera capaz de inclinar la balanza a su favor, pero en cuestión de unos segundos todo se volvió completamente loco. Los portugueses pedían un penalti a favor que no iba a conceder el árbitro, fue en ese entonces cuando el Barça aprovechó la desconcentración de los jugadores del Benfica para lanzar un pase largo que llegaba a Raphinha, que no iba a dejar de correr hasta llegar al área rival, donde tras recortar a un defensa metió el balón dentro de la red.
Tuvo que revisarlo el árbitro en el VAR antes de concederlo. Tras varios minutos de duda, Makkelie concedía el gol para que el Barça hiciera historia en una noche mágica de Champions League. Gracias a ese tanto, el FC Barcelona confirma su pase directo a octavos de final sin tener que pasar por las eliminatorias de dieciseisavos.