"En el fondo es una criada, así la trata Trump": Martín Bianchi, sobre el papel de Melania en la nueva etapa

Madrid

Donald Trump juró este lunes el cargo como nuevo presidente de los Estados Unidos en un acto de toma de posesión al que acudieron desde familiares del republicano a expresidente norteamericanos, pasando por los propietarios de las principales empresas tecnológicas como Bezos, Zuckerberg o Musk, que protagonizó un polémico gesto que se parecía bastante a un saludo fascista durante las celebraciones.

Al acto más serio y protocolario en el Capitolio le siguió un multitudinario desfile en el Capital One Arena que duró más de media hora y precedió a la firma de varias órdenes ejecutivas por parte de Trump que el nuevo presidente llevó a cabo como si de un espectáculo televisivo se tratase. La noche continuó en el Despacho Oval, donde el recién nombrado presidente siguió firmando órdenes y respondiendo preguntas a periodistas de todo el mundo, dejando titulares más que sorprendentes como que España estaba dentro del grupo de los países BRICS.

Además de las consecuencias económicas, geopolíticas y sociales de la victoria de Trump, Àngels Barceló y Martín Bianchi han querido centrarse más en los temas más ligeros de la toma de posesión, como por ejemplo el llamativo look de la nueva primera dama Melania Trump, con un sombrero que ha sido muy comentado en redes sociales, y la apariencia general durante la ceremonia de la mujer del magnate y su hijo Barron.

"Ha mantenido bien el tipo", ha comentado Bianchi, añadiendo que es normal porque "esta gente duerme en sarcófagos". "A Melania la vi muy bien para ser una mujer de 54 años casada con un señor de 78 que usa más tinte y maquillaje que ella", ha indicado el periodista de El País, que cree que no quiso recibir el comentado beso de Trump porque sino le quedaba naranja la piel "como si le da un beso un cheeto".

"Creo que se puso ese sombrero para que ella no la veamos, no puede llevar gafas de sol en una ceremonia así, no se le veían los ojos, entonces no sabemos si está triste, si está contenta, si está llorando, si está puteando. Tampoco ella ve, entonces es como una es la solución perfecta, no te ven ni ves lo que está ocurriendo", ha comentado Bianchi en el programa de la SER, que ha añadido que siempre intenta entender si es cómplice o víctima de Trump, y le da la sensación de que es más cómplice.

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Àngels ha comentado que hay gente que ha leído su estilo como la representación de la nueva era de puritanismo que puede llegar a los Estados Unidos, por ir totalmente tapada de cabeza a los pies. "Empieza la era del cuento de la criada y en el fondo ella es un poco una criada porque Donald Trump siempre la menciona así, siempre está hablando de ella. Qué guapa es mi mujer, la utiliza como un objeto y ella parece estar encantada. No sé cuáles son los términos del contrato", ha reflexionado Bianchi sobre el papel de la primera dama en el segundo mandato del republicano.