Ser mujer y sénior: misión imposible encontrar un empleo
El 60% de los parados son mujeres
Abigail Bustabad Arribí tiene 49 años. Hizo el ciclo superior de FP de Mecatrónica Industrial con buena nota. Lo sorprendente es que ella es la única de su promoción que no ha encontrado empleo. Todos sus compañeros, chicos jóvenes, han sido contratados por empresas.
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“Sí, me siento discriminada, solo que no te puedo decir qué prima más, si es que soy mujer, si es que tengo 49 años, las dos. No lo sé. O que los trabajos que yo realizo son los típicos que hacen las mujeres” cuenta a la Cadena SER.
Después de terminar la formación y las prácticas, Abigail envió su currículum a varias empresas y la respuesta ha sido básicamente el silencio. Incluso en el caso de una empresa que le dijo a sus profesores que “estaba buscando mujeres debajo de las piedras”. Cuando Abigail llevó personalmente el currículum ni siquiera le contestó.
El 60% de los parados en España son mayores de 45 años. Una situación que se agrava todavía más en el caso de las mujeres que sufren discriminacion por edad y por género.
Lola Ruiz Ladron de Guevara UGT recuerda que el paro femenino sigue superando en mucho al masculino
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Abigail es una de las más de 900.000 mil paradas de mayores de 45 años. Son el 60% de este colectivo. Hombres son 583.000, según los datos publicados en diciembre de 2024 por el ministerio de Trabajo.
“En los planes de igualdad de las empresas no se contempla el edadismo y es un fenómeno que se está introduciendo de manera sutil y transversal. Afecta a jóvenes pero más a mayores y fundamentalmente a las mujeres, por tanto creemos que lo que no estaba previsto inicialmente en los planes de igualdad hay que incorporarlo. Cuando hablemos de brecha de género debemos contemplar no solo la salarial, sino también la brecha en el acceso y el mantenimiento del empleo y cómo se distribuyen los puestos directivos en las empresas” señala el presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores José Luis Fernández Santillana.
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Sostiene que las empresas prefieren contratar a candidatos más jóvenes “porque creen que tienen habilidades más actualizadas y mayor adaptabilidad” sin tener en cuenta que los mayores “poseen una gran experiencia y unos hábitos de trabajo muy valiosos”.
Fernández Santillana ha recordado que las “barreras” que tienen las personas mayores de 50 años para encontrar trabajo “les puede hacer sentirse menos valoradas, aisladas, y afectar a la autoestima y al bienestar emocional” e incluso “provocar problemas de salud mental, como ansiedad o depresión”. En el caso de la mujer, la situación es todavía peor, ya que suponen el 60% del total de parados séniors.
“Para una mujer mayor de 50 años encontrar un empleo se ha convertido en misión imposible”, explica. Y cuando las mujeres consiguen salir de esa situación se encuentran con ofertas de trabajo a tiempo parcial y eso supone menos salario y con vistas al futuro una pensión reducida.
Para acabar con esta discriminación, CEOMA reclama a las instituciones y a las empresas que impulsen “políticas inclusivas que promuevan la igualdad de oportunidades”. Entre otras, una apuesta “ambiciosa” por la formación continua para que los trabajadores mayores; programas de ‘mentoring’ que fomenten la transferencia de conocimientos entre generaciones; potenciar los contratos de relevo para que en los departamentos convivan un senior y un junior; crear incentivos a las empresas que contraten a trabajadores mayores y desarrollar campañas de sensibilización que “eduquen a empleadores y a la sociedad sobre los beneficios de una fuerza laboral diversa en términos de edad”.
Fernández Santillana añade que los mayores “deben ser conscientes de que no pueden quedarse durante mucho tiempo esperando a que llegue el subsidio, tienen la necesidad de pelear por conseguir volver a un puesto de trabajo y lo que es más importante, que esa reincorporación sea vista como una experiencia de éxito”.