Trump y su "golpe de efecto" para que Hamás e Israel pacten un alto el fuego

Han bastado unas elecciones en Estados Unidos, una nueva victoria de Donald Trump y un inminente cambio en la administración estadounidense para convencer al Gobierno ultra del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y firmar un alto el fuego con Hamás. Tel Aviv ha aceptado el mismo acuerdo que la Casa Blanca, con Joe Biden a la cabeza, llevaba ofreciendo desde primavera.

"El acuerdo tiene que llegar antes del 20 de enero", dijo el negociador especial, Steve Witkoff, que el republicano envió para mediar en un asunto que parecía encallado. Justo la fecha en la que se produce la alternancia en la jefatura de Washington. "Tanto Biden como Trump han tenido un papel fundamental. Lo único que Biden en ningún momento presionó de manera activa a Netanyahu", matiza el catedrático en Estudios Árabes de la Universidad Complutense de Madrid, Ignacio Álvarez Ossorio. "Faltaba un golpe en la mesa, que es el que ha dado Trump", sentencia el experto.

Trump ya ha asegurado que este pacto entre los israelíes y la milicia gazatí deben servir para "extender los Acuerdos de Abraham" -normalización de relaciones diplomáticas entre Israel y varios países árabes- a otros territorios. "El gran pilar de todo este juego es Arabia Saudí, que permitiría a Trump tener asegurada la lealtad de los saudíes ante un eventual enfrentamiento con Irán", comenta Luz Gómez, catedrática en Estudios Árabes de la Universidad Autónoma de Madrid.

Ahora mismo, entre China y EEUU, se está librando una guerra geoestratégica por la influencia en Oriente Próximo. Irán, régimen chií aliado estratégico de China (y la Rusia de Putin) es a su vez enemigo acérrimo de los suníes de Riad. Si Trump, con este alto el fuego, logra que Israel deje de masacrar la Franja de Gaza, le resultaría más fácil convencer a los gobiernos árabes de que Israel no es tan amenaza para la existencia de Palestina, que es el sentir generalizado, al menos entre la población árabe en general, y musulmana en particular. Además, hay que mencionar que desde los ataques del 7 de octubre de 2023, el debilitamiento de Hamás -vinculada a Hezbolá, el brazo armado de Irán en el Líbano.

Trump busca aumentar la presión sobre Irán

Para Ossorio, Trump estaría buscando aumentar la presión externa sobre Irán -aislando al régimen del ayatolá del resto de la región- para que aumente el descontento popular allí. "Uno de sus objetivos [de Trump] no sería tanto desmantelar el programa nuclear iraní, sino desestabilizar a Irán para que ese clamor popular contra el régimen iraní derive en un levantamiento, parecido al de la Primavera Árabe". La catedrática Gómez ve también un interés personal del republicano en este asunto, "quiere empezar con esta entrada triunfal en su nuevo período como presidente de los Estados Unidos. Es el que ha presionado y así ha querido que se haga", explica.

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En su anterior etapa como presidente, el empresario, ya dio un paso tan histórico como ilegal cuando reconoció a Jerusalén como capital de Israel. Él mismo comentó una vez que es el jefe de Gobierno en Estados Unidos que "mejor se ha portado" con el país hebreo. Ahora, con Trump de vuelta, Israel confía en obtener más concesiones, como que otros países también trasladen sus embajadas en el país a ciudad santa. "La 'judeización'" de Jerusalén, argumenta la experta Luz Gómez quien opina, por otra parte, que entre las concesiones de Trump estaría también la implementación de una política de asentamientos judíos -más aún- en la Cisjordania ocupada.