‘Equipo patera’: así trabajan los médicos del hospital de El Hierro cuando llega un cayuco

El Hierro

Pasar un día conversando con los sanitarios del hospital de El Hierro (Canarias) es tener la certeza de que cada historia que escuche será más dramática que la anterior. En este hospital, el segundo más pequeño de España, un equipo de médicos y auxiliares trabaja sin descanso para atender a los 22.748 migrantes que llegaron a la isla en 2024.

Cuando una embarcación entra en el puerto de La Restinga sus tripulantes son atendidos en un pequeño hospital de campaña instalado a pie de muelle. Allí los identifican con una letra que corresponde a la patera en la que viajan; un número según el orden en el que han bajado de ella, y los clasifican por colores según su estado de salud.

Los mayores de edad, sanos, pasan al Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) donde estarán hasta tres días en los que se dirimirá su situación legal. El destino de los más graves es el Hospital Insular Nuestra Señora de los Reyes. Allí los recibe, entre otros, la médico de urgencias Inmaculada Mora (Macu). Ella es la única que habla francés en una plantilla de poco más de 300 sanitarios, y es la piedra angular del equipo para comunicarse con los migrantes. Esta condición le lleva a convivir a diario con historias que, pese a haberlas verbalizado una y otra vez, se le quiebra la voz al recordarlas.

Explica, por ejemplo, el caso de un niño de apenas 11 años al que le dolía la barriga por la noche y la cabeza durante el día. Los médicos solo pudieron darle un diagnóstico cuando Macu se sentó a hablar con él: "Le pregunté si había viajado solo o acompañado. Sin grandes aspavientos, comenzaron a caerle lágrimas por los ojos. Me dijo que en la patera venía su hermano mayor y su hermana pequeña, y que él había visto cómo se ahogaban. Estaba somatizando lo que había vivido. La pediatra sólo pudo abrazarlo y darle mucho cariño, no hay medicina contra ese tipo de tragedia".

Con poco más de 11.000 habitantes, El Hierro es la segunda isla más pequeña de Canarias y es el último pedazo de tierra que encuentran las embarcaciones de migrantes que intentan llegar a Europa por el Atlántico. Su hospital cuenta con tan solo 38 camas y seis boxes en urgencias, aunque en los últimos meses han tenido que readaptar uno de los pasillos con tomas de oxígeno para colocar allí más pacientes; y modificaron la sala de actos para ingresar a unas 10 personas.

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