El dramático momento al que se han enfrentado Andreu Buenafuente y Berto Romero en su último show: "Me han salvado la vida"
Los cómicos han realizado el último programa de 'Nadie sabe Nada' en Valencia
El momento dramático al que se han enfrentado Andreu Buenafuente y Berto Romero en su último show: "Me han salvado la vida"
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Madrid
El último show de Nadie sabe Nada ha tenido de todo menos tranquilidad. Berto Romero y Andreu Buenafuente se han desplazado hasta el Teatro Olympia de València con el objetivo de aportar un poco de humor a una zona que no lo está pasando nada bien desde el paso de la DANA por la provincia y los desperfectos y fallecidos que dejó la misma. De hecho, con ese mismo mensaje empezaba el episodio, cuando Buenafuente se ha dirigido al público para trasladarles que tanto él como Berto estaban allí porque les "apetecía muchísimo" y también para recordar que "esto no ha terminado y queda mucho trabajo".
Una vez dado el mensaje de aliento, los cómicos comenzaron a hacer lo que mejor se les da: hacer humor e intentar que tanto los asistentes como los oyentes se distrajeran un poco. Berto Romero no ha tardado en contar lo primero que les había pasado al entrar al Teatro Olympia, y que, como él mismo ha explicado, casi le provoca "hacer un Vaquerizo", es decir, pegarse un porrazo contra el suelo del que se hubiera acordado toda su vida.
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El cómico catalán ha relatado que, cuando llegaron al teatro, les "han hecho entrar por la puerta de atrás", que además cuenta con un "montacargas", algo que, decía Buenafuente, no sabían y tampoco había visto en su vida. "Hemos viajado bastante (claro, por edad ya) a muchos teatros de España, y yo no he visto un teatro así en mi vida, que tú entres por detrás y haya un foso de 3 metros, sin señalizar. Yo he dicho: '¡Ostia, aquí se juega fuerte, eh!'", ha contado el cómico, haciendo una crítica a los accesos con el toque de humor clásico que le caracteriza.
Contaba Buenafuente que "iban caminando por la calle" y entonces les comunicaron que esa "era la entrada de mercaderías", a lo que Berto, muy dispuesto, y sin saber que la entrada tenía un foso, dijo: "¡Venga, pues voy para allá!". De repente, alguien que "estaba sentado tomando un café" se levantó muy agitado y gritándole, ante lo que ambos cómicos pensaron: "Ya está, ya viene el típico fan". Sin embargo, recapacitaron porque este señor evitó que Berto aterrizara de lleno contra el suelo sin siquiera esperarlo.
Berto ha explicado que, en ese preciso instante, ya estaba "vaquerizándose", y que "tenía ya un pie en el aire". Entonces, rápido y veloz, este señor, en una escena que, si imaginamos a cámara lenta, podría estar incluida en cualquier película de acción que se preste, le agarró y, reconoce el cómico, le "salvó la vida". Además, les ayudó a poder acceder al teatro, explicándoles que había un montacargas. Ambos se subieron a este, pero, al ser un aparato que funciona más bien despacio, dio tiempo incluso a que unos viandantes pasaran, los reconocieran y les pidieran una foto, precisamente en el momento en el que el montacargas ya tenía las puertas cerradas y ellos subían muy poquito a poco.
"Empezamos los dos a subir para arriba", y el momento se explica por sí solo: una escalada hacia arriba con ritmo de caracol, y un hombre fuera viendo cómo, poco a poco, como si fueran "Nosferatu", dos ídolos desaparecen en un montacargas. Como Berto y Buenafuente dicen: "Los famosos están arriba, pero luego están abajo también".
T12x20 | Teatro Olympia, Valencia (Vol. I)
55:00
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