Bolsitas de nicotina, ¿son peligrosas para nuestra salud?
A pocas horas de que Estados Unidos haya autorizado la venta de 20 tipos de bolsas de nicotina ZYN, en España la SEPAR pide su retirada del mercado
Sinhogarismo femenino y bolsas de nicotina
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Madrid
En la primera parte de nuestra Visión Semanal hemos abordado el sinhogarismo, un fenómeno cada día más presente en nuestra sociedad. El 50,1% de las personas en situación de sin hogar tienen nacionalidad española, el 49,9% proceden de otros países (datos INE, 2022), de ahí la necesidad de visibilizarlo para fomentar soluciones que acaben con un problema estructural de nuestra sociedad.
Según datos recientes publicados por el Observatorio de vivienda asequible, en los últimos diez años el sinhogarismo ha aumentado un 25% en España. Una cifra preocupante. Cada día hay más personas jóvenes que se quedan sin hogar pero también es más frecuente que ocurra entre mujeres mayores de 65 años. La feminización de la pobreza aumenta pero no se muestra totalmente en las estadísticas, se estima que los datos son aún mayores.
¿Por qué las mujeres son más vulnerables? Javier del Pino ha conversado con Ana Pérez, trabajadora social de la Fundación Luz Casanova, fundación perteneciente a la Red Faciam (entidad estatal que trabaja con personas sin hogar): “Barreras económicas, institucionales o laborales hacen que la calidad de vida sea peor para muchas mujeres, por eso están más indefensas”, afirma nuestra invitada.
A continuación, Carlos Jiménez Ruiz, neumólogo y miembro del área de tabaquismo de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) ha lanzado la alarma sobre los riesgos de las bolsitas de nicotina, el último invento (o engaño) de la industria tabaquera. ¿Cómo se consumen? Se colocan entre el labio superior y la encía, se venden en estancos o tiendas de vapeo en pequeñas cajas y las hay de muchos sabores. Son el producto perfecto para enganchar a los jóvenes porque no dejan rastro, es decir, ni olor ni humo.
En Estados Unidos y en algunos países noreuropeos se están comercializando con mucho éxito. En España su consumo todavía no se ha generalizado pese a que ya se venden como la opción ideal para aquellos que buscan dejar de fumar o quieren una alternativa sana para consumir nicotina. Nada más lejos. Por ello la SEPAR alerta sobre sus riesgos, son altamente adictivas y contienen productos cancerígenos que pueden incrementar el riesgo de padecer muchos tumores. “Su uso debe prohibirse en España, no se puede permitir la venta de un producto altamente adictivo”, denuncia Jiménez Ruiz.
