Emma Suárez y la llamada con Pilar Miró que le cambió la vida: "¿Me llamabas para hablar o para dejar un mensaje?"

Madrid

Emma Suárez ha visitado este viernes El Faro de la Cadena SER para hacer un repaso a la que ha sido una vida dedicada al mundo de la interpretación. A pesar de que nació en el seno de una familia alejada del espectáculo, y que no tenía una vocación especial para ser actriz, la artista fue seleccionada a través de un casting juvenil para protagonizar la adaptación cinematográfica de la novela de Memorias de Leticia Valle. A partir de ese momento llegó a la conclusión que la interpretación era lo suyo.

Después de iniciarse en el teatro, Emma Suárez daba el salto al cine y posteriormente a la televisión, labrando una carrera repleta de éxitos. Una actriz de lo más versátil que incluso llegó a protagonizar el videoclip de la canción Así estoy sin ti, de Joaquín Sabina, trabajo que le lanzó todavía más al estrellato y que algunos de los directores y directoras del país comenzaran a catalogarla de firme promesa del cine español.

El gran reto de Emma Suárez

Gracias a este nuevo estatus, Emma Suárez conseguía el que sería su primer papel principal como actriz. Un primer éxito al que le siguieron muchos otros, entre los que destacan dos Premios Goya. Mientras que el primero de ellos llegaba en el año 1993 por la película La ardilla roja, el segundo caería en sus manos con El perro del hortelano. Una película muy especial para ella porque supuso un reto sin precedentes por su complejidad. En declaraciones a la Cadena SER, Emma Suárez reconoce que al principio le abrumó la idea de afrontar este proyecto: "Yo estaba rodando con Juan Echanove una película que dirigia Pedro Acosta, que era Una casa en las afueras. En ese momento, Pilar Miró llamo a mi representante para proponerme El perro del hortelano.

Principalmente porque era una película en la que tenía que hablar todo el rato en verso: "Cuando me entero que es en verso yo estoy en maquillaje con Juan Echanove. Recuerdo que le expliqué que me habían llamado para hacer una película en verso y yo le explicaba que nunca había he hecho nada en verso". Pero el actor tenía del todo claro que era capaz de eso y mucho más: "Emma, tú sabes hacer el verso. Tú eres actriz y tú sabes decir el verso, así que no te preocupes". Sin embargo, Emma Suárez seguía sin verlo claro, por lo que decidió llamar directamente a Pilar Miró para hablar con ella: "Cuando preguntabas a alguien por Pilar Miró había rumores en las habitaciones como si fuera una mujer tremenda, difícil e innacesible. Y eso también te imponía porqué no la conocia. En el momento en el que la llame saltó el mensaje de su contestador automatico. Empecé a dejar un mensaje diciéndole que era Emma Suárez y que me habían dado su teléfono para ponerme en contacto con ella".

"¿Llamabas para hablar?"

Mientras grababa el mensaje, una voz al otro lado del teléfono le respondió con una pregunta que jamás olvidará: "¿Llamabas para hablar o llamabas para dejar un mensaje? Y claro, yo en ese momento intentaba justificarme diciendo que llamaba para hablar pero que, ya que había saltado el buzón de voz, le dejaba un mensaje". La persona que estaba al otro lado del teléfono era la propia Pilar Miró, quién le contó más acerca de lo que tenía en mente para la película: "A partir de ese momento estuvimos hablando como una hora al teléfono. Le pedí hacer una prueba, ella me hizo la prueba, pero ya tenia claro que quería que hiciera la película. Eso me sorprendió muchísimo y me retó a devolverle esa confianza, así que nos pusimos a trabajar el verso con Alicia Hermidia".

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Emma Suárez: "El teatro es un salto al vacío"

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La actriz recuerda que Alicia fue mi maestra, la persona que le enseñó a decir el verso en El perro del hortelano. "Ella me decía que yo tenía la ventaja de no haber trabajado nunca el verso porque eso me hacía no tener ciertos vicios y que no estuviera recitando, sino que estaba hablando en verso, que es lo que refleja la peli". Un papel que sin duda alguna acabaría marcando su carrera como artista, pues acabó recibiendo el que sería su segundo y último Goya hasta la fecha.