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Luigi Mangione, ¿asesino o Robin Hood? II parte

Félix Martín, fiscal de ‘Si amanece’, abre el Juzgado de Guardia con la segunda entrega dedicada a Mangione y los detalles de su captura como sospechoso del asesinato de un magnate en pleno centro de Manhattan

Luigi Mangione, ¿asesino o Robin Hood? II parte

Luigi Mangione, ¿asesino o Robin Hood? II parte

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La semana pasada, empezamos a analizar todo lo acontecido en torno a un personaje que, de la noche a la mañana, se ha convertido en una de las personas más famosas del mundo: Luigi Mangione.

Félix Martín, fiscal de 'Si amanece', relató cómo el pasado 4 de diciembre un suceso dio la vuelta al mundo. Un magnate de una de las principales compañías médicas norteamericanas había sido tiroteado en la puerta de un hotel en el centro de Manhattan.

En los días siguientes, de forma vertiginosa, seguimos el desarrollo y desenlace de la investigación, que llevó a la detención como presunto autor de un joven de 26 años, Luigi Mangione.

La semana anterior, analizamos con detalle cómo fueron los hechos y las circunstancias en que se produjo la detención de Mangione. Pero, para entrar en materia, el fiscal ha decidido dar comienzo a esta segunda entrega con el fragmento de una película: Instinto básico (1992), del director Paul Verhoeven. Con Sharon Stone y Michael Douglas como intérpretes principales, el filme aborda lo siguiente. Un antiguo cantante de rock y propietario de un nightclub de San Francisco aparece brutalmente asesinado en su cama. La última vez que se le vio estaba con su novia, Sharon Stone, que interpreta a una atractiva y enigmática escritora de novelas de intriga. Michael Douglas, un policía que acaba de salir de desintoxicación por alcohol y drogas, recibe el encargo de vigilar a la novia, principal sospechosa del crimen.

Félix Martín nunca olvidará el momento en que la vio, con quince años como mucho, aunque desconocemos si tuvo que volver a verla para enterarse mejor de lo que iba. Sea como fuere, ha seleccionado Instinto básico porque contiene todos los giros que una película de intriga puede poseer.

Otro de los motivos es porque, según el fiscal, la película plantea muy bien la tesis de la fascinación que, en este caso, ejerce una mujer, probablemente una asesina cruel, al combinar la belleza, la elegancia y lo enigmática. Hasta el punto que blanquea el crimen; que o se ve menos horrendo o incluso llegan a conseguir que no se vea como tal.

Volviendo a Mangione, terminamos la semana pasada anunciando otra cosa extraña del delito: se encontraron unas palabras escritas dentro de los casquillos hallados en la escena del crimen. En estos, según cita la CNN, aparecían inscritas las palabras "retrasar", "negar" y "defender".

¿Qué interpretación le dio la policía?

Pese a que todavía no podemos extraer hipótesis judiciales, dado que el juicio aún no ha tenido lugar, el fiscal de 'Si amanece' nos trae un par de deducciones.

En primer lugar, lo que está claro es que es un mensaje que deja el autor de los hechos y que él mismo quiere que sea encontrado. Aquí caben dos posibilidades: que tenga que ver con la motivación de los hechos o que, precisamente, lo deje el autor para intentar desviar la atención.

A partir de aquí, surgen varias versiones periodísticas. La primera de las teorías es que las tres palabras de los casquillos hacen referencia a una frase popular comúnmente utilizada por abogados y críticos de la industria de seguros: "delay, deny, defend". Esta frase hace referencia a las tácticas que usan las empresas privadas de salud estadounidenses para evitar o disminuir el pago a sus clientes. En este sentido, aseguradoras como la que gestionaba la víctima era objeto de severas críticas por retrasar el pago, negar la cobertura médica y, luego, defender sus acciones.

La segunda de las versiones es compatible con la anterior y hace referencia a la existencia del libro Retrasar, negar, defender (2010), del destacado académico Jay M. Feinman. Además, el subtítulo de este es: "Por qué las compañías de seguros no pagan las reclamaciones y qué se puede hacer al respecto".

¿Qué pasa después para que se pudiera llegar a conocer el paradero exacto de Luigi Mangione?

Félix Martín incide, en este caso, en la suma de dos factores: la colaboración ciudadana y los nuevos fallos del sospechoso.

En relación con la ciudadanía, el fiscal destaca a un cliente de un McDonald's de Altoona (Pensilvania), a 375 kilómetros al oeste de Nueva York, quien creyó reconocer al autor de las imágenes difundidas por la policía. Acto seguido, este cliente comenta con un trabajador del establecimiento y es este quien llama a las autoridades para comunicarles que el sospechoso podría estar comiendo en el establecimiento.

La historia no acaba aquí. Los agentes llegan al establecimiento y preguntan al joven por su identidad y por si, recientemente, había estado en Nueva York. Mangione responde muy nervioso. Esto alerta más a los agentes, pero tienen dudas, por lo que le piden revisar su mochila.

¿Sabéis que encuentran en su interior? Una pistola y un silenciador, ambos impresos en 3D y, por tanto, sin registrar (lo que se conoce como armas fantasma); un cargador, balas de nueve milímetros como las que se recogieron en el lugar del crimen, abundante dinero en efectivo, documentación falsa; así como un cuaderno y una nota manuscrita que parecía no ya incriminatoria, sino toda una declaración de intenciones.

Según informa The New Yok Times citando fuentes de la investigación, se le encontró una especie de manuscrito de 262 palabras donde asumía la responsabilidad de los hechos. Así mismo, The New York Times y CNN han informado que se localizó un cuaderno donde supuestamente planifica su acción criminal.

¿Qué aparecía en concreto en esa nota y en ese cuaderno?

El mensaje manuscrito, de tres páginas, abunda en motivos, explicaciones y disculpas, todo a la vez. Félix Martín nos trae un trocito: “A los federales [los agentes del FBI], seré breve porque respeto lo que hacen por nuestro país. Para ahorrarles una larga investigación, afirmo claramente que no actué con nadie”. En otro momento decía: “Pido disculpas por cualquier conflicto o trauma, pero había que hacerlo. Francamente, estos parásitos se lo merecían”.

El parásito en cuestión, la víctima de nombre Brian, tenía 50 años, padre de dos hijos, y vio truncada su vida y la de su familia. El motivo, dirigir una empresa en un sistema capitalista en el que desarrollamos nuestra forma de vida, incluida la familia del sospechoso, que se dedica a negocios inmobiliarios.

Mangione cita en el cuaderno expresamente que la compañía médica estaba celebrando una conferencia de inversores en el momento en que Thompson fue asesinado, y mencionó en escritos que iría al lugar de la conferencia.

Asimismo, el cuaderno contenía listas de tareas pendientes para facilitar un asesinato. En un pasaje, Mangione escribió sobre el fallecido Ted Kaczynski, conocido como Unabomber, que justificó una campaña de atentados mortales como un esfuerzo para protegerse contra el ataque de la tecnología y la explotación. Lo cierto es que siempre tienden a buscar referentes y se consideran, en cierta medida, elegidos.

Y, en otro pasaje de su cuaderno, Mangione llega a analizar la forma de ejecutar su plan y establece un debate consigo mismo sobre la conveniencia de usar una bomba para cometer el crimen.

¿Cómo se establece ese debate?

El mismo Luigi reflexiona consigo mismo que con la bomba “podría matar inocentes” y que los disparos serían más selectivos, reflexionando sobre qué podría ser mejor que “matar al CEO en su propia conferencia de contabilidad”, según aparecía en CNN.

Félix Martín se replantea si estas reflexiones son muestra de piedad o de mesianismo. De hecho, se ha manifestado que incluso el propio sospechoso pudo tener problemas con su aseguradora médica. Además, cabe añadir que las autoridades han informado que en sus redes sociales escribió, en julio de 2023, cómo había sufrido una grave lesión de espalda que le había causado mucho dolor. Los investigadores indagan si el sector de seguros le negó una reclamación o no le ayudó al máximo.

Otro de los debates llega con la reflexión sobre cómo una persona tan inteligente como para urdir este crimen y diseñar una pistola con una impresora 3D, cometa la torpeza de no destruir pruebas tan claras que le involucran. Y, si no había suficiente con ello, llevarlas en su mochila 5 días después del crimen. Según el fiscal de 'Si amanece', la sociedad tiende a sobrevalorarles porque, en cierta medida, nos fascina su acción aunque sea desde un enfoque de maldad.

Déjame generalizar y teorizar, ya que un tribunal será quien podrá determinar lo que pasó. Pero, por el momento, Félix Martín afirma que, normalmente, el que asesina a sangre fría es un narcisista porque sólo un narcisista se cree con derecho a privar de la vida a otro ser humano.

Así como el asesino que mata a sangre fría se siente contento de lo que ha hecho porque se ha cargado de razones antes de cometer el crimen. Esto, precisamente, le hace sentir una especie de euforia posterior al hecho que normalmente facilita que te relajes.

En tercer lugar, el asesino a sangre fría se siente poderoso. Es una sensación muchas veces que linda con lo erótico. Y sentirse poderoso puede implicar dos cosas: querer repetir tu “hazaña” porque tú mismo te crees que has hecho un bien a la sociedad; o guardar alguna reliquia de tu “gesta”. Guardar el arma del crimen o un objeto que te vincule de manera inexorable con la víctima es algo mucho más frecuente de lo que parece. Dime si la suma de todo esto no explicaría conductas como la de que un asesino vaya 5 días después con el arma del crimen.

 
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