Arranca con éxito el año de la exploración privada de la Luna
SpaceX, de Elon Musk, lanza dos sondas, una de EEUU y otra de Japón, para preparar próximos viajes a la Luna
Un cohete de SpaceX, propiedad de Elon Musk, ha lanzado con éxito las dos primeras sondas que abren en 2025 la exploración privada de la Luna. Una de las misiones es de una empresa de EEUU que tiene previsto probar una tecnología para perforar la superficie lunar, y la otra de una compañía de Japón que pretende extraer agua del polvo lunar. Es el comienzo de una nueva era de explotación de recursos lunares para que puedan aprovecharlos los astronautas que volverán dentro de dos añosa la Luna.
La NASA y las empresas Firefly Aerospace y SpaceX lanzaron este miércoles desde Florida la misión Blue Ghost 1, que está previsto llegará en 45 días a la Luna para explorarla a través de diez instrumentos como parte del programa Artemis para establecer una presencia humana permanente en el satélite a finales de la década. La misión del módulo de aterrizaje de Firefly Aerospace, una empresa aeroespacial de Texas, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, despegó sin problemas a la 1:11 hora local (6:11 GMT), como estaba programado, desde el Centro Espacial Kennedy.
Además, la empresa japonesa de exploración lunar ispace lanzó su Misión Hakuto-R 2. Este será su segundo intento de aterrizar en la Luna después de que una misión inicial en abril de 2023 fracasara en sus momentos finales debido a un error de cálculo de altitud.
La misión norteamericana
La misión norteamericana, que tendrá una duración aproximada de 60 días, incluyendo el tránsito hacia la Luna y las operaciones en la superficie lunar, forma parte del programa Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS, en inglés) de la NASA. Esta iniciativa busca asociarse con empresas privadas para facilitar el envío de herramientas científicas y tecnológicas, en apoyo al programa Artemis.
Las cargas útiles de esta misión incluyen instrumentos diseñados para estudiar las propiedades del regolito lunar -los fragmentos de materiales depositados sobre la roca sólida-, las características geofísicas y la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre.
Según la NASA, los datos recopilados proporcionarán información esencial para futuras misiones tripuladas y no tripuladas, mejorando la comprensión del entorno lunar y facilitando el desarrollo de tecnologías para la exploración espacial.
Las investigaciones científicas en este vuelo tienen como objetivo probar y demostrar la tecnología de perforación del subsuelo lunar, las capacidades de recolección de muestras de regolito, las posibilidades del sistema global de navegación por satélite, la computación tolerante a la radiación y los métodos de mitigación del polvo lunar. Los datos capturados podrían beneficiar a los humanos en la Tierra al proporcionar información sobre cómo el clima espacial y otras fuerzas cósmicas afectan a la Tierra.
Los instrumentos
Entre los instrumentos están el Regolith Adherence Characterization (RAC), que evaluará cómo el polvo lunar se adhiere a diferentes materiales, información crucial para el diseño de futuros equipos y trajes espaciales.
También irá a bordo el Lunar Environment Heliospheric X-ray Imager (LEXI), que capturará imágenes de la interacción entre la magnetosfera terrestre y el viento solar, proporcionando datos valiosos sobre el clima espacial, y el Lunar Magnetotelluric Sounder (LMS), que caracterizará la estructura y composición del manto lunar mediante el estudio de campos eléctricos y magnéticos, ayudando a comprender la evolución térmica de la Luna.
Otros instrumentos son el Lunar Instrumentation for Subsurface Thermal Exploration with Rapidity (LISTER), encargado de medir el flujo de calor desde el interior de la Luna, proporcionando información sobre su estructura térmica.
Además, el Lunar GNSS Receiver Experiment (LuGRE) demostrará la capacidad de utilizar señales de sistemas de navegación por satélite, como GPS y Galileo, en la Luna, lo que podría mejorar la navegación lunar en futuras misiones.