Andreu Buenafuente revela la estrategia de su primo para librarse de la mili: "Esto ya ha prescrito, ya no le pueden reclutar"

Madrid

El servicio militar obligatorio en España, popularmente conocido como la mili, fue un sistema de reclutamiento de soldados que sostuvo al Ejército español desde el año 1770 hasta 2001. Tras la llegada de los Borbones a España a raíz de la guerra de sucesión, lo que provocó la baja de un gran número de soldados del ejército, las autoridades optaron por la progresiva implantación del un método de reclutamiento que por aquel entonces fue conocido como las quintas. A partir de entonces, el servicio se fue sofisticando hasta establecer la mili por la que pasaron miles y miles de personas hasta el año 2001.

Mientras que algunos abrazaban la idea de poder servir a su país, otros se mostraban aterrados ante la posibilidad de tener que pasar entre 18 y 24 meses fuera de casa. Uno de ellos fue Andreu Buenafuente, quien ha reconocido en el último programa Nadie Sabe Nada que hizo todo lo posible para librarse del servicio militar obligatorio. Sin embargo, este no consiguió convencer a quienes posteriormente acabarían dándole el visto bueno para entrar en la academia, por lo que acabó haciendo la mili a regañadientes. El que sí que se pudo librar fue su primo, que casualmente también se llama Andreu Buenafuente y tiene su misma edad.

El otro Andreu Buenafuente

Todo ello gracias a su extraña habilidad de dislocarse el hombro a voluntad: "Mi primo se salvó de la mili así. Se quitaba el hombre a voluntad, sin dolor ni nada". De esta manera, el otro Andreu Buenafuente acudió al reconocimiento médico con el hombro completamente dislocado explicando que es algo que le pasaba de forma habitual: "Ya ha prescrito y no le pueden reclutar. Cuando llegó el momento de de ir a la mili, ese momento odiado del pasado del que todos intentamos escaquearnos, mi primo me dijo que se había librado. Yo también lo intenté, pero me dijeron que una mierda para mí".

Andreu Buenafuente y Berto Romero recordaron entonces que, por aquel entonces, todo el mundo trataba de hacer lo posible durante la revisión médica para escaquearse del servicio militar obligatorio: "Ahí salía todo. Había gente que se hacía la loca, incluso quienes se tiraban las 10 horas antes a la revisión fumando sin parar hasta el punto de llegar muerta a la prueba".

Así se salvó de la mili

"Llegaban ahogándose, con la piel completamente verde y con los ojos inyectados en sangre para que les dijeran que no eran aptos", explicaba Berto Romero. Y el primo de Andreu Buenafuente alegó que tenía un problema en el hombro. En ese momento, el médico llegó a la conclusión de que era algo muy grave.

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Cuando se lo volvió a colocar en su sitio, el otro Andreu Buenafuente le explicó que le pasaba mucho. Gracias a ello, el médico le dijo que no era apto para el servicio y le mandó para casa. De esta manera, el humorista acabó haciendo la mili y su primo acabó salvándose de la misma gracias al don de dislocarse el brazo siempre que quiera.