Rafael Louzán, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, ha tenido su primer acto público de presentación ante el fútbol de nuestro país en una gran cita como la Supercopa de España en Arabia Saudí. Desde allí fue testigo de la resolución del CSD sobre el 'caso Olmo', de la bochornosa reacción de Laporta en el palco de Jeddah, del enfrentamiento entre Maffeo y los futbolistas del Real Madrid y, por último, ha sido protagonista de unas palabras que han revolucionado al fútbol femenino.
En el descanso de la gran final de la Supercopa de España entre FC Barcelona y Real Madrid, el presidente del RFEF fue entrevistado en el palco de autoridades por Movistar Plus, poseedora de los derechos televisivos de este partido. Cuando fue preguntado por el porvenir de la competición en Arabia Saudí, su respuesta fue toda una declaración de intenciones. "Estamos trabajando en que Arabia quiera desarrollar el fútbol femenino. ¿Por qué no una Supercopa de España en Arabia?", se preguntó en voz alta el máximo dirigente del fútbol español.
La reacción negativa de las jugadoras a la idea de Louzán
Su respuesta fue replicada por medios deportivos de todo el país llegando a oídos de las jugadoras, que al final son las grandes protagonistas de todo esto. La reacción no ha sido positiva tal y como ha informado Manu Carreño en 'El Larguero' de la Cadena SER. "Según me llega, algunas jugadoras se plantarían y decidirían no ir hasta Arabia Saudí a disputar esta competición", asegura el director del programa líder de la noche deportiva en España sobre el rechazo que ha generado esta idea entre las grandes jugadoras de nuestro fútbol.
Louzán deslizó una idea como llevar la Supercopa femenina hasta el mismo país donde se celebra la masculina. Algo que no es fijo, pero que ha provocado que muchas jugadoras hayan torcido el gesto al enterarse de las palabras del máximo dirigente del fútbol español como Rafael Louzán.
Esta decisión, si se hace oficial, lo que podría provocar es la renuncia de algunas de esas jugadoras de ir hasta el país de Oriente Próximo. No se trata de una cantidad ínfima, sino que serían un grupo nutrido de futbolistas que no verían con buenos ojos esta idea del presidente de la Federación.
