Las entrevistas del CNI con presos yihadistas es un "procedimiento estándar": hubo 46 entre 2012 y 2017

El CNI tiene un equipo específico destinado a hacer un seguimiento de las yihadistas que entran en prisión y están vinculados a entornos radicales. En su directiva de Inteligencia – la hoja de ruta que diseña cada Gobierno- al CNI se le encomendó el seguimiento de todo el ciclo yihadista, desde la radicalización, al reclutamiento, desplazamiento, Yihad sobre el terreno, hasta el retorno y la implantación de posibles células en España. Para realizar esa tarea las entrevistas de agentes del CNI con presos yihadistas son una herramienta fundamental y son un “procedimiento estándar” que “practican de forma rutinaria los servicios de inteligencia de Europa”.

Aquellas fueron las palabras que expresó el exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán en la sesión a puerta cerrada, que se celebró en 2018, en la Comisión de Secretos Oficiales. De hecho, entre 2012 y 2017, miembros del CNI dedicados a la lucha contra el terrorismo realizaron 46 entrevistas con presos relacionados con entornos radicalizados. Es un procedimiento “válido y eficaz” para el trabajo del CNI porque es útil “para evaluar potenciales amenazas y obtener información”. De esas 46 entrevistas, 32 de ellas – casi el 70%- fueron de interés porque “aportaron datos que permitieron conocer detalles sobre investigaciones en curso, permitieron impulsar nuevas líneas de investigación y facilitaron acceso a entornos de interés”, según detalló Sanz Roldán.

En aquel momento, en 2014, cuando la amenaza yihadista era extremadamente elevada en toda Europa, el CNI investigaba a 369 objetivos de interés, potenciales amenazas, a las que seguían sus pasos tanto fuera, como dentro de España. Se investigaba a 268 imames – había 1.340 mezquitas-.

“Acusaciones injustas”

El socio independentistas del Gobierno, Junts, es uno de los principales impulsores sobre la teoría de la conspiración sobre los atentados de las ramblas de Barcelona de 2017. Los de Puigdemont alientan la idea de que el CNI sabían que esos atentados se iban a producir y no lo frenaron para darle un susto al independentismo, basándose una expresión el comisario Villarejo, que él mismo reculó.

El exdirector del CNI, Sanz Roldán defendió a puerta cerrada en el Congreso que el “CNI es consciente de que sus éxitos siempre pasan desapercibidos y que, sin embargo, en demasiadas ocasiones se cuestiona su profesionalidad en el desarrollo de sus actividades, debiéndose enfrentar a acusaciones injustas y crueles mentiras”. En su comparecencia, hasta ahora desconocida al haber estado bajo secreto, Sanz Roldán aseguró que “no trascienden los numerosos ataques que se han conseguido neutralizar, pero se trata de una amenaza muy seria”.

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