El CNI ofreció a Es Satty convertirse en su fuente, pero le descartaron por su "tendencia al engaño"
El cerebro de los atentados de Barcelona ofreció información de células anteriores a los atentados, pero nunca llegó a ofrecer detalles de un atentado en España
Abdelbaki Es Satty era “una persona muy opaca, muy desconfiada, siempre temeroso, muy inteligente, que intenta jugar con sus conocimientos”. Así describieron los agentes del CNI al ideólogo de los atentados de Barcelona tras las tres entrevistas que mantuvieron con él en 2014, durante su estancia en prisión con una condena de tráfico de drogas. Los agentes recogieron en sus informes – ahora desclasificados- que era necesario mantener “una gran cautela” con él porque era un individuo del que “no se tiene ninguna fiabilidad y confianza” porque Es Satty “muchas veces da la impresión de querer jugar con sus conocimientos”.
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El CNI incluso hizo un informe grafopsicológico de la carta manuscrita que escribió Es Satty, análisis que sirvió para concluir que era una persona “propensa a la insinceridad, al exceso de táctica y que se aburre en casa, que necesita acción y que le gusta la aventura”.
Aquellos fueron los motivos por los que el 12 de mayo de 2014, el CNI invalidó a Es Satty como fuente informativa por “su tendencia al engaño” y su “no sujeción al complimiento de las directrices”. No le reclutaron, pero lo intentaron.
Es Satty aceptó facilitar información sobre sus conocimientos sobre células en Cataluña, Ceuta y Marruecos, incluso identificó a varios de los detenidos en la Operación Chacal detenidos en Vilanova, detallando además que los ‘hermanos de Cambrils’ eran los “verdaderos cerebros del grupo y que sus conexiones con Vilanova eran a través de sus esposas, también citó el nombre otros marroquíes que intentaron inmolarse, pero que fueron detenidos antes de ejecutar sus atentados. Es Satty también identificó a los líderes de la célula de captación yihadista, con conexiones para recibir financiación desde Londres, desde donde les remitían tarjetas de crédito clonadas, que después convertían en dinero en efectivo en Reus, Vendrell y el barrio Chino de Barcelona. Durante su conversación con los agentes del CNI, Es Satty también hizo unas “pequeñas incursiones” al paso de Mohamed Atta y el resto de los terroristas que si inmolaron en Nueva York el 11-S, “cuyo paso por Tarragona se debía al círculo de relaciones que tenían con los hermanos, que podrían haber prestado algún tipo de apoyo logístico”.
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La documentación en poder del CNI, hasta ahora clasificada, ha permitido conocer que “en ningún caso, entre marzo y abril de 2014 – cuando se realizaron esas entrevistas con el imán de Ripoll-, se apreció ningún indicio de que Es Satty pudiera estar radicalizado o en proceso de radicalización”.
Javier Bañuelos
Redactor Jefe en la Cadena SER responsable de la información sobre Interior y Defensa. Soy diplomado...