El truco eficaz y sencillo para limpiar la campana de la cocina en solo 30 segundos
Una de las actividades que más incordian relacionadas con la cocina es la de limpiar después
Campana extractora / Kinga Krzeminska
Cocinar es una actividad que, además de necesaria para poder alimentarnos, ha desarrollado un carácter mucho más allá de la pura necesidad, siendo incluso una vía de escape para los amantes de la elaboración, mostrando, además, un punto de creatividad que hace que aporte cierto grado de satisfacción al ver los resultados finales que se consiguen, convirtiéndose en una especie de modo de relajación para quien las realiza.
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Eso sí, hay una tarea relacionada a la cocina que no da tanto relax, todo lo contrario, suele ser hasta un incordio. Esta no es otra que la de limpiar. Sí, esto es absolutamente necesario, pues todos los utensilios y electrodomésticos tienen que estar suficientemente impolutos para que los productos no se contaminen y podamos disfrutar de una alimentación realmente saludable. Como decimos, es primordial, pero hay cosas que cuestan mucho que se queden bien.
Una de ellas es la campana de la cocina, el extractor de humos y la vitrocerámica. Se suelen ensuciar bastante, ya sea por los productos que manipulamos o por la propia grasa que sueltan estos al cocinarlos, y claro, cuando los dejamos demasiado tiempo sin limpiarlos aún es más difícil que salga toda la suciedad y tenemos que remangarnos a la vez que echamos un buen rato. En este sentido, ahí va un sencillo truco para reducir la dificultad y el tiempo.
Limpieza en cocina / Cris Cantón
Limpieza en cocina / Cris Cantón
Solo dos ingredientes
La grasa acumulada en la campana suele ser una auténtica pesadilla en muchas ocasiones, además, da una pereza tremenda sabiendo que vamos a tener que dedicar bastante tiempo en limpiar todo, por el tamaño de la superficie y por la suciedad que acumula, sin embargo, con un poco de bicarbonato de sodio y algo de agua esta tarea será sumamente sencilla y evitaremos perder muchos minutos en nuestro cocina.
La mejor forma de hacerlo es preparar una solución con estos ingredientes. Pon un par de cucharadas de bicarbonato en un poco de agua y agítalo hasta conseguir una especie de masa espesa, que deberá aplicarse uniformemente en la campana extractora o las zonas más sucias, utilizando para ello un paño o un cepillo suave, sobre todo para llegar a los recovecos más complicados.
Además, se puede añadir a la solución, antes de prepararla, unas pocas gotas de vinagre blanco que potenciará el efecto limpiador. Una vez esparcida correctamente, tan solo hay que esperar 30 segundos y la propia mezcla disolverá la grasa acumulada, evitándonos hacer un gran esfuerzo para frotar. Un trucazo que nos facilitará una actividad que suele generar una pereza extrema a la hora de limpiar nuestra cocina.
