El enfado de Giráldez tras una ocasión fallada del Celta acabó... ¡con un botellazo a un aficionado del Rayo!
El fanático no se lo tomó de mala manera y se la acabó devolviendo
Claudio Giráldez no tuvo el día más sencillo el pasado viernes frente al Rayo Vallecano. Llegaba a Madrid con el objetivo de mantener las buenas sensaciones dejadas en su último partido frente a la Real Sociedad para terminar el año. Nada más lejos de la realidad, y es que ya en el minuto cinco, el conjunto local se adelantaba tras un grave error de Vicente Guaita.
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A pesar de lograr empatar el partido después de un gol de Borja Iglesias, el Rayo Vallecano iba a volver a ponerse por delante en el marcador gracias a un tanto de Jorge de Frutos. Giráldez que es conocido por ser un tanto movido en el área técnica no podía aguantar los nervios y fue tras una doble ocasión fallada de su jugador Williot Swedberg cuando todo explotó.
Esto ocurrió pasados los 80 minutos de juego, cuando el jugador sueco falló una doble ocasión que podría haber supuesto el empate del encuentro, sin embargo, la defensa rayista pudo defender muy bien el ataque del cuadro gallego. No fue algo que se tomó demasiado bien el entrenador del Celta que en ese momento tenía una botella en la mano y no se le ocurrió otra cosa que patearla, con tan mala fortuna que se fue directamente a la grada golpeando a un aficionado.
Rápidamente Giráldez se dio cuenta de su error, y fue a disculparse con el aficionado. Por suerte, el problema se pudo solucionar con facilidad, y el fan después de hablar con la policía se dirigió a la zona del banquillo para devolverle la botella al entrenador del Celta a lo que este se lo agradeció y se volvió a disculpar por el feo gesto que tuvo.
El partido no mejoró para los visitantes, y es que, para terminar de empeorar un mal partido, Marcos Alonso era expulsado cuando apenas quedaban tres minutos de partido. La razón fue que el jugador del Celta tuvo que salir del campo por asistencia médica y entró antes de que el árbitro se lo permitiese, por lo que le sacó la segunda tarjeta amarilla. Finalmente, el conjunto gallego acabó perdiendo el partido, continuando su mala racha de visitante.