¿Es bueno 'cansar' a los niños para que se duerman? ¿Cuántos catarros cogen al año? ¿Se ponen malos por no llevar abrigo? 'Lucía, mi pediatra' contesta a todas las dudas

Madrid

Un día entró en la consulta de la pediatra Lucía Galán un niño con un papel pegado en el entrecejo. Cuando la doctora fue a quitárselo, la abuela del niño le dijo: "No se lo quite, que se lo puse para que se le fuera el hipo". Es una de las situaciones más extrañas que ha vivido en su consulta, pero una prueba de la cantidad de falsas creencias que hay sobre la salud de los menores.

Los virus no entran por los pies

Cuando un niño se pone malo, los padres hacen memoria y buscan ese momento en el que la criatura no se puso el abrigo, la bufanda o el gorro. ¿El problema es el frío? ¿La culpa es de que los niños vayan descalzos por casa? En absoluto. "El niño que tiene una bronquitis o una neumonía se ha contagiado en un entorno cerrado, en el colegio o en el aula. Los virus no entran por los pies", explica Lucía Galán, más conocida como 'Lucía, mi pediatra'. Así firma los libros que ha escrito y que se han convertido en lectura obligada para muchos padres que tienen todo tipo de dudas. Por su capacidad para comunicar, fue elegida como mejor divulgadora por la Organización Médica Colegial y la han nombrado miembro del Consejo Asesor de UNICEF.

Dormir

Uno de los momentos más temidos por los padres es el de conseguir que los niños se metan en la cama y se duerman. "Hay padres que me dicen su hijo duerme fatal y les llevan al parque de bolas para que se agote y duerma mejor", pero con eso consiguen todo lo contrario", explica Galán. Ese exceso de actividad genera cortisol, que inhibe la síntesis de melatonina, la hormona del sueño y, por tanto, duermen peor. La pediatra aconseja que, a partir de las siete de la tarde, se ponga luz tenue en casa, si es posible amarilla y evitar el uso de pantallas para "bajar las revoluciones de los niños". ¿Y en el caso de los bebés? No está claro que bañarles por la tarde ayude, porque "no hay evidencia científica". Galán aclara que si "el niño lo pasa mal durante el baño, fabrica cortisol y eso no le ayudará a relajarse". No es el único mito que hay sobre los niños y el baño, porque hay muchas familias que piensan que no hay que ducharles cuando están enfermos, por si empeora su salud. "Hay quien dice que como el niño está malo, no le saca a la calle", pero también es un error porque "si está activo, le ha bajado la fiebre puede dar un paseo".

Aprender a nadar

Aunque hay muchos falsos mitos sobre la salud de los menores, hay uno especialmente peligroso que consiste en pensar que "todos los niños saben nadar porque estuvieron dentro del útero". La pediatra recuerda que hay personas que apuntan a sus hijos a natación con cuatro meses, con la idea de que si "el niño se cae a la piscina, sabrá flotar por la reminescencia del útero". Los datos no confirman esa creencia y "los niños que practican natación antes del año tienen la misma probabilidad de ahogarse que los que no han ido todavía a clase". Aclara la pediatra que "los niños se ahogan, aunque sepan nadar porque se ponen nerviosos al caer al agua".