El apacible pueblo de cascadas a paso y medio de Madrid: menos de 10 habitantes y un oasis de senderos relajantes
Para conectar con la naturaleza y dejar de lado la rutina diaria, este sitio parece ideal
Campillejo / angeluisma
Tan enrocados como estamos en la rutina y la vida diaria de las ciudades, en ocasiones el cuerpo nos pide relajación y desconectar. La velocidad de las grandes urbes nos atropella, tiene que ser todo aquí y ahora, y la verdad, nos pasamos la mitad de nuestro tiempo de un lado para otro, en transportes interminables y siempre teniendo que ir a toda prisa para llegar a tiempo a los sitios. Nos hemos acostumbrado, pero realmente es algo agotador mantenido en el tiempo, así que una escapada relajante de vez en cuando se antoja altamente necesaria.
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El turismo interior parece una idea magnífica si lo que buscamos es eso, tranquilidad, porque en España tenemos algunos rincones muy apacibles que nos darán esa dosis liberadora del estrés, aunada con unas vistas y emplazamientos que son dignas de retratar, disfrutar y filmar. Solemos ensalzar lo que hay fuera, que es muy bueno, pero en nuestro país también tenemos sitios maravillosos que esconden un aura y una magia especial que no tiene nada que envidiar a cualquier otro, es más, todo lo contrario.
Con la cantidad de valles, sierras y montañas que hay por toda la geografía española, es de esperar que haya lugares profundos y desconocidos que tengan un encanto especial, con muchas cosas con las que disfrutar a pesar de que, seguramente, parezcan de otra época. Es el caso de Campillejo, un pequeño pueblo-aldea en el que viven apenas 10 habitantes que se antoja el destino perfecto para desconectar del bullicio de las grandes ciudades y buscar un enlace con la naturaleza.
Campillejo / angeluisma
Campillejo / angeluisma
Un 'pueblo negro', senderismo y cascadas
Situado en las profundidades de Guadalajara, tiene una construcción y distribución de lo más peculiar. Se le ha llamado en muchas ocasiones como 'pueblo negro', debido al color de algunas de sus edificaciones, que son oscuros al haber utilizado pizarra para levantarlos. Particularmente con ese material, madera y barro es con los que se formaron, sobre todo su espectacular iglesia, que es puramente oscura y tiene un aspecto espectacular después de varias restauraciones, sin perder la esencia de antaño.
Su arquitectura es irregular y las construcciones no siguen un orden lógico, por lo que entrar con el coche por algunos sitios se hace complicado. Esto provoca que tengas que callejear, pero esto es lo mejor, ya que el verdadero encanto del pueblo está en sus calles y andando puedes disfrutarlas de una mejor manera. Y si eres un amante del senderismo, estás de enhorabuena, pues la zona está llena de rutas magníficas que te permitirán disfrutar de unas vistas de lo más especiales, pero si destaca una es la que lleva a la la cascada del Aljibe.
Al recorrer sus nueve kilómetros, esta ruta te conducirá hasta la zona de Campillo de Ranas, cerca al arroyo del Soto, ubicado en la sierra de Ayllón, y podrás disfrutar de unas pozas situadas en medio de las montañas, cada una con una altura de 10 metros que hacen que la vista de la caída del agua sea espectacular. Pero eso no es todo, a 13 kilómetros de Campillejo está el pantano de El Vado, un emplazamiento imperdible, además, hay cuatro picos de montañas altas de hasta 2000 metros y un enclave lleno de espesos bosques. Sin duda, un sitio digno de disfrutar y que nos sirve para oxigenar la cabeza y el espíritu.
