El 51% de los científicos españoles sufre ataques al hablar de ciencia: "Me vieron los antivacunas y me tuve que ir de redes"

Le ocurrió a Fernando Valladares, doctor en biología e investigador del CSIC, pero es una realidad demasiado frecuente. El conocido divulgador denunció en Hoy por hoy una escalada de amenazas y violencia en su contra por parte de grupos negacionistas del cambio climático. Nos contó que incluso le metieron en una lista de "personas a eliminar". Su caso no es el único. Un extenso estudio que ha llevado a cabo Science Media Centre España (SMC) y el grupo de investigación Gureiker de la Universidad del País Vasco le pone cifras y testimonios.

Por ejemplo, una de las participantes ha contado cómo “recibía continuamente emails difamándome e insultándome”; otro explica que ha visto como los resultados de su estudio, tras publicarse en redes, "se han tergiversado para apoyar ideas racistas que para nada tienen que ver“; un tercero deja esta frase: “Me identificaron los grupos antivacunas y atacaron mi perfil. Me borré de todas las RRSS”.

También están los que cuentan que "me insultaron y sembraron dudas sobre la legitimidad del proceso en el que obtuve la beca”. Y uno más, que tuvo que recibir el acoso de los negacionistas: “En redes han dicho que los resultados que obtenemos son falsos y que el Gobierno nos paga para que digamos ciertas cosas”.

Este es el día a día de miles de científicos en nuestro país que, aun así, mantienen (en un 85%) de los casos una actitud positiva hacia los medios y la divulgación en redes. Sin embargo:

• Más de la mitad de los científicos y científicas encuestados (51,05%) ha sufrido ataques de algún tipo tras comunicar sobre ciencia. Los sufren más las mujeres investigadoras (56,86%) y, algo menos, sus colegas masculinos (46,21%) a los que se critica, generalmente, poniendo en duda su integridad.
• Cuando los acosadores cargan contra las mujeres científicas lo hacen sobre todo poniendo en duda su capacidad profesional (en un 34,31% de los casos frente al 24,24% de los hombres).
• Las amenazas son, sobre todo, insultos (30,38%) pero en los casos más graves llegan hasta las amenazas de violencia física o sexual (2,11%) y amenazas de muerte (1,69%).
• Por detrás se sitúan los comentarios despectivos sobre origen, etnia, ideología, religión o creencias (13,50 %).
• También sufren comentarios sobre su físico (4,64 % de las veces) o la publicación en las propias redes de datos personales que los identifican (2,95 %).
• Hay un porcentaje pequeño, pero significativo según los autores, de comentarios sobre la orientación sexual o identidad de género de los investigadores(2,53 %).
• Los temas relacionados con el cambio climático, las vacunas y la pandemia concentran el mayor número de ataques: El 74,19% de quienes comunicaron sobre la pandemia y el 53,33% de los que hablaron de cambio climático reportaron haber sufrido algún tipo de hostigamiento.
• La red social donde más casos hay es X (anteriormente Twitter). Allí se produjeron el 59,86% de los casos de acoso reportados.
• Los ataques afectan a la disposición a comunicar de los expertos: Un 16,55% decidió dejar de divulgar o interactuar con los medios tras vivir experiencias negativas. En un 33% dejaron de leer los comentarios y bloquearon a los autores.

Testimonios anónimos

La encuesta se ha formulado en su mayor parte a través de preguntas cerradas, en las que los participantes han optado por una o varias de las opciones, pero también se les ha ofrecido la oportunidad de expresar su experiencia en respuestas abiertas y por eso recoge algunos testimonios. Además de los que anotábamos al principio, estos son algunos de ellos:

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“Los comentarios negativos más frecuentes eran insultos a mi físico o a mi capacidad como científica”.

“Es muy frecuente que, cuando un tema puede ser interpretado en clave ideológica y/o religiosa, por ejemplo, se recurra al insulto rápido, directo, sin mediar matización alguna”.

“Han sido más bien comentarios despectivos en los que mi trabajo se ha ridiculizado o invalidado. (…) También he visto cómo nuestros resultados se han tergiversado para apoyar ideas racistas que para nada tienen que ver con las conclusiones a las que hemos llegado”.

El estudio hace varias recomendaciones y demandas

Para mitigar estas situaciones, la directora del estudio, Maider Eizmendi Iraola, investigadora del grupo Gureiker, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), sugiere "un mayor respaldo y reconocimiento a la labor divulgativa por parte de las autoridades", más "formación específica en los centros de trabajo para afrontar la exposición mediática" y -sobre todo- "mecanismos de protección frente a los ataques, especialmente en redes sociales".