La pólvora inunda de color el cielo por Navidad: "Los eventos pirotécnicos son reclamos turísticos en algunas ciudades"

"Algunos son auténticos espectáculos, entiendo que puedan molestar por los animales o las personas sensibles al ruido, pero para el rato que duran pienso que se pueden disfrutar bastante", explica una viandante por el centro de Madrid. A las luces de Navidad que alumbran las calles y comercios se suman los destellos en el cielo de los fuegos artificiales. Pueden ser auténticos castillos de colores, con forma de palmera, de peces o de cometa.

Son multitud las posibilidades que brinda la pólvora y que tienen peso en la facturación del sector de la pirotecnia. "La Navidad es una temporada con calado, de 155 millones de euros que facturamos al año, entre 20 y 30 millones salen de esta época", detalla Nicolás Magán, gerente de la Asociación de Pirotecnia de España, que alude al informe Impacto del sector de la pirotecnia en España, elaborado por la Fundación Civismo.

"En estas fechas hay cientos de espectáculos pirotécnicos en todo el país, sin contar con los que no se consideran como tales por ser pequeños castillos o lanzamientos de particulares", continúa Vicente Magán. También destaca que las apuestas de los ayuntamientos dependen de la zona, aunque destacan los grandes eventos pirotécnicos por el fin de año y los eventos más reducidos en fechas clave, "como el encendido de las luces y la cabalgata de los Reyes Magos". No obstante, matiza que la pirotecnia de consumo es la que más beneficiada sale en Navidad, ya que los fuegos artificiales viven su mejor momento durante el verano "con festivales y fiestas patronales".

Jordi Brau, CEO del grupo CIALFIR, apunta a los beneficios que suponen los productos pirotécnicos de venta al público: "Son el 35% de la facturación en Navidad. De por sí, la pirotecnia de consumo supone 55 millones de ganancias al año". Igualmente, detalla que "para este diciembre esperan un aumento de las ventas del 20%". Cabe recordar que estos artículos sólo pueden adquirirse en tiendas autorizadas.

"Cambiamos todo para no cambiar nada"

Uno de los debates es el del impacto acústico de la pirotecnia y su perjuicio para las personas sensibles al ruido y el bienestar animal. Jordi Brau cuenta que en La Traca, marca del grupo CIALFIR, el "55% de los productos pirotécnicos son de sonoridad reducida": "Escuchamos a la sociedad e intentamos cambiar la producción de nuestra gama para ajustarnos a sus demandas. Cambiamos todo para no cambiar nada y que las tradiciones se sigan celebrando".

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Además, La Traca abrió el año pasado en Barcelona la primera caseta de petardos silenciosos de España por Sant Joan. Brau reconoce "que lo que más nos gusta es el color": "El atractivo del ruido, que es el subidón de adrenalina, ya no nos interesa tanto en estos tiempos tan convulsos". Asegura que el sector trabaja por la sostenibilidad y encontrar el equilibrio entre las nuevas necesidades y el mantenimiento de las costumbres y arraigo en fiestas cuya imagen sonora son los petardos, fuegos y cohetes.