Turrón

Madrid

Turrón es una de esas palabras de origen incierto, según leemos en el diccionario. Este pequeño inconveniente ha alimentado todo tipo de teorías. Los primeros académicos, hace 300 años, dieron por buena la teoría de Covarrubias según la cual vendría del verbo turrar, tostar, que a su vez nos habría llegado desde el torrere latino. Otra teoría busca su origen en Cataluña, aunque ese torró catalán podría llevarnos de nuevo al tueste o a la tierra, por su aspecto. De hecho, una turronada, con el diccionario en la mano, no es un atracón de turrón sino una argamasa que se emplea en la construcción.

Encontramos también dos apellidos, Torró y Turró, extendidos especialmente en Cataluña y la Comunidad Valenciana que podrían señalarnos otro nuevo camino, sin llegar a saber si el producto inspiró el apellido o sucedió al contrario... Sea como fuere, el turrón llegó hasta esta ciudad de Xixona y desde aquí se expandió al mundo. Y consiguió que el nombre de la ciudad se colase en el diccionario en 1950 para nombrar, en minúscula, el turrón blando. Y gracias al turrón y sus marcas se nos grabó a fuego el gentilicio femenino, La Jijonenca, aprendimos las primeras palabras, en catalán o valenciano, cuando mordíamos un trocito de Antiu Xixona, y nos preguntamos quién fue el genio loco que logró vender en un país pobre "el turrón más caro del mundo" y que dio la vuelta al cuento para que el Lobo fuese el devorado.