La guerra mundial indirecta: misiles estadounidenses y rusos, obuses norcoreanos, drones iraníes y tanques europeos se enfrentan en Ucrania

"Ucrania es un campo de pruebas". Así ha calificado Volodímir Zelenski la situación ahora mismo de su país después de que durante esta semana se haya sucedido una escalada armamentística con su territorio como escenario. Una escalada que incluye el uso de misiles de largo alcance de fabricación estadounidense y británica en suelo ruso por parte de Ucrania, el envío de armamento y soldados de Corea del Norte para apoyar a Rusia y el lanzamiento de un misil balístico de nueva generación por parte de Moscú.

El uso de los misiles ATACMS estadounidenses y los Storm Shadow británicos permite a Ucrania alcanzar objetivos situados a 300 kilómetros de distancia de su frontera. Un nuevo paso que ha hecho que Rusia haya contestado con varias oleadas de ataques contra edificios civiles e infraestructuras militares como advertencia de que su capacidad de hacer daño sigue vigente.

Estados Unidos se mantiene como el principal aportador militar de Ucrania, cerca de 60.000 millones de euros ha destinado a ese fin por 43.000 millones de la Unión Europea en su conjunto. En el continente europeo es el Reino Unido quien más ha gastado, unos 12.000 millones, y en el seno de la Unión Alemania es el país que más dinero ha destinado a esa resistencia, con 10.000 millones. Estos tres países son los principales suministradores de munición, de defensas antiaéreas, de tanques y de defensa antitanque. Ahora bien, Alemania no ha dado el paso que sí han dado Estados Unidos y el Reino Unido para dar permiso a Ucrania y utilizar el armamento germano en suelo ruso.

Aviones y tanques

Aviones y drones de combate son fundamentales también para Ucrania, sobre todo los cazas F-16 que durante meses ha pedido Zelenski hasta lograr el compromiso de Estados Unidos y de otros países como Bélgica, Dinamarca o Países Bajos. Ucrania ha recibido ya una veintena de estos cazas de un total de 79 que se ha comprometido a entregar la coalición internacional.

El ejército ucraniano cuenta con un centenar de tanques Leopard 2, de los que ha perdido casi la mitad, por lo que sigue necesitando el respaldo de los países europeos que cuentan con estos blindados de fabricación alemana, así como de los Abrams estadounidenses. España se comprometió a entregar 29 tanques de este estilo, de los que los últimos 9 están a punto de ser distribuidos a Ucrania. Polonia ha sido el principal distribuido, con más de 300 tanques con ese origen enviados a Ucrania.

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Ucrania recibe también respaldo marítimo, por ejemplo de barcos fabricados en Australia, el Reino Unido o Francia. La Unión Europea ha entrenado además a 64.000 soldados ucranianos según datos de la propia Comisión, lo que incluye desde infantería hasta pilotos para los F-16.

Los 27 tienen varios sistemas de entrega de munición a Ucrania: uno incluye el reembolso a los países miembros de las existencias ya disponibles que entreguen, otro apoya la compra a terceros privados instalados en la UE o en Noruega y, por último, existe un reglamento para favorecer la producción propia de munición con 500 millones de euros destinados a ese fin. El mayor porcentaje de ayuda en relación al Producto Interior Bruto lo han proporcionado Dinamarca y Estonia, que han destinado cerca del 2% a ayudar militarmente a Ucrania según el Instituto de Investigación Económica de Kiel.

Respaldo para Rusia

En el caso de Rusia, los aliados de Ucrania consideran que Irán y Corea del Norte son sus dos principales suministradores de armas. Irán ha entregado a su aliado más de 8.000 drones, por lo que arrastra sanciones de Estados Unidos y de la Comisión Europea. La Inteligencia de Estados Unidos también ha informado este año de que Irán ha ayudado a Rusia a construir una fábrica en su propio territorio para producir allí los drones de diseño iraní.

Estos drones se han usado como proyectiles kamikazes, ya que son capaces de volar directamente guiados por GPS hacia un objetivo determinado. Su uso ha sido masivo sobre todo durante las oleadas de bombardeos nocturnos que Rusia realiza prácticamente desde el inicio de la invasión.

En el caso de Corea del Norte, además de los miles de soldados enviados al frente, los servicios de Inteligencia de Corea del Sur han detectado el envío de obuses, misiles y lanzadores de cohetes desde Pyongyang hacia Rusia.