La tragedia y la farsa

Madrid

La mayor parte de las democracias cae por golpes de Estado o por insurrecciones violentas, como la habida en EEUU en enero de 2021, cuando una turba furiosa estaba empeñada en anular por la fuerza un resultado electoral.

Pero la destrucción del espíritu y sustancia de la democracia puede suceder también a pasos lentos, a la sombra de la mentira, de la desinformación y de la manipulación, capaces de corroer las instituciones desde dentro.

El escritor americano, Philip Roth, premio Príncipe de Asturias, fue mencionado la primera vez que Trump llegó a la Casa Blanca en 2016, por su obra de ficción titulada La conjura contra América. En ella, un aviador bastante iletrado, aislacionista, gana las elecciones al presidente Roosevelt, el demócrata héroe de la Gran Depresión. Se llamaba Lindberg y había cruzado el océano Atlántico por primera vez sin escalas. Comenzaba la “era Lindberg”. El aviador era portavoz de un comité llamado “Estados Unidos primero” y había manifestado sus simpatías por Hitler.

Ahora vuelve a recordarse a Roth. Siempre se ha dicho que todos los acontecimientos y personas importantes de la historia ocurren dos veces, la primera como tragedia y la segunda como farsa. Dados los antecedentes y la campaña electoral de Trump es lógico estar inquietos.

Ahora se trata de comprobar la distancia entre las promesas y la realidad.

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