"Me escondía en los vestuarios porque me daba vergüenza que me vieran los genitales y las cicatrices": intersexualidad, una realidad discriminada
Jorge es una persona intersexual y cuenta que intentaron cambiar su condición con cirugías no consentidas. Pide visibilizar y normalizar esta realidad que afecta al 1,7% de la población
"Me escondía en los vestuarios porque me daba vergüenza que me vieran los genitales y las cicatrices": intersexualidad, una realidad discriminada
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Madrid
Jorge es una persona intersexual. Nació con pene, pero sin testículos. Desde pequeño le dieron medicación, hormonas y le sometieron a diversas cirugías para intentar acercarle a los cánones normativos. Como Jorge, hay 110 millones de personas en el mundo, lo que supone el 1,7% de la población. Son personas que nacen con variaciones corporales, ya sea una diversidad genital, de cromosomas, de hormonas o gónadas, que no se ajustan a estándares binarios.
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"Desde bien pequeñito me tuvieron que hormonar y me pusieron el diagnóstico de una anorquia congénita bilateral. Después de varias operaciones me dijeron que probablemente tenía gónadas internas, que me extirparon y no se documentó", cuenta Jorge, que asegura que hay mucha presión social "sobre las personas que no encajan en un patrón binario". Asimismo, cuenta que sintió discriminación desde niño porque no era como los demás. "Te llevan al médico, te hacen pruebas, te operan, tienes cicatrices y los otros niños no. Entonces tú ya ves que eso es discriminatorio", señala.
Además, relata un episodio que le acabó causando un trauma. "Yo en la piscina me escondía detrás de las puertas, en los vestuarios porque me daba mucha vergüenza que me vieran los genitales y sobre todo mis cicatrices tan grandes que tenía. Para mí era un trauma", recuerda. Ya en la adolescencia también sintió mucha presión y otra vez, discriminación. "Cuando quieres tener relaciones íntimas te ves como incapaz, como que no serás digno de que nadie te quiera, que no puedes tener hijos. Es una discriminación, la esterilidad cuando ya te lo dicen de bien pequeñito a los 13 años que no podrás ser padre", dice.
También a la hora de encontrar trabajo denuncia que hay discriminación, pues "hay trabajos que si tienes un cuerpo un poco ambiguo, no binario, no te cogen de cara al público, por ejemplo si eres un hombre, pero con unos pechos desarrollados o que tenga un aspecto muy andrógino".
"Desde que nacemos, se hacen operaciones a bebés no del todo consentidas"
Sobre las cirugías que se hacen a las personas intersexuales, Jorge denuncia que son "muy injustas". "Desde que nacemos, se hacen operaciones a bebés no del todo consentidas, poco informadas, y hay variaciones genitales que no hay que operarlas siempre, y además con la idea de que los bebés cuanto antes se operen mucho mejor porque así no se enteran y eso es una aberración porque a veces cuando se extirpan por ejemplo unos testículos internos, crea unas consecuencias de salud muy graves durante toda la vida. Esto implica tomar hormonas para tu crecimiento, para que tu cuerpo se desarrolle y afecta a muchos aspectos de la salud", denuncia.
De hecho, existen alrededor 70 variaciones intersexuales, personas que han nacido con genitales diversos, como una vulva y un clítories, que es como un micropene, o con pene, pero sin testículos y con una pequeña vulva, o incluso pueden nacer con una obertura entre el pene y los testículos. Tanto Jorge como las organizaciones que reivindican la intersexualidad, como JoyClub, luchan para que se visibilicen las diferentes realidades.
"Hay que tener muy claro que la intersexualidad no necesariamente representa ningún tipo de patología. A veces las personas intersexuales necesitan cirugías que les faciliten algún aspecto de salud, pero muchas veces no es el caso y no necesitan estas cirugías y además sin su consentimiento", censura la socióloga y portavoz de JoyClub, Cecilia Bizzotto.
"A mí me han intentado cambiar mi condición con cirugías no consentidas para ver que tenía por dentro o para extirpar alguna parte de mi cuerpo que no quedó documentada y, por otro lado, con implantación de prótesis que no sirven absolutamente de nada, solo es una cuestión de estética para encajar en el patrón de lo que tiene que ser un hombre", cuenta Jorge.
"Es la sociedad que tiene que cambiar la mirada"
Además de lo físico, Jorge cuenta que le ha condicionado mucho el silencio y el tabú que rodea todavía a la intersexualidad. "Me ha condicionado de una manera bastante traumática y dolorosa hasta que descubres que lo tienes que afrontar, que tienes que asumir tu cuerpo y que con esto tienes que vivir feliz y sobre todo, que conoces a más gente como tú que ha salido adelante que ha sido feliz", relata, reflexionando sobre que "es la sociedad que tiene que cambiar la mirada hacia las personas que somos diferentes y que tenemos que cambiar entre todos esa aceptación de la diversidad".
Para visibilizar esta realidad y combatir la estigmatización, desde JoyClub realizan encuentros con personas intersexuales, imparten charlas y cuentan con profesionales para divulgar información y educar en la inclusividad. "Somos un altavoz. Lo que hacemos es tratar temas diversos con el objetivo de dar a conocer realidades como el caso de Jorge. También contamos con sexólogas, con psicólogas, y les pedimos también que escriban artículos o que realicen talleres virtuales o presenciales. Hacemos mucha actividad educativa y el objetivo es traer temas complejos para facilitarlos y que la gente pueda comprenderlos y que reciban la educación sexual que a menudo no hemos recibido en las escuelas y que deberíamos estar recibiendo", cuenta Bizzotto.
Sandra Fernández Pérez
Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Ciencia Política y Gestión de la...