Paz Vega: "Cuando la violencia machista no se nombra, esta acaba por no existir"
La actriz debuta como directora con una emocionante y dura película, 'Rita', sobre la violencia de género en el verano de 1984, un delito marcado entonces por la falta de denuncias y el silencio social
Madrid
Lo que se ve es un rostro ausente de cualquier atisbo de alegría; a menudo demudado, casi siempre preocupado, la hoja de ruta de la decepción. Es una mujer, ama de casa, esposa sufriente e infeliz, madre de una niña y un niño pequeños, en el verano de 1984, cuando España miraba a la Eurocopa de fútbol en Francia y las vacaciones estivales empezaban su largo periodo de asueto (un hecho no menor en la historia, pues sin colegio, Rita, la niña del matrimonio, es testigo y, de alguna manera, albacea veinticuatro horas de todo el caudal de violencia verbal y física que sufre su madre a voz y a manos de su padre, magistralmente interpretado por Roberto Álamo).
Es Paz Vega, la actriz, la que habla con silencios y miradas resignadas, hechas de derrotas, quien ya sabe que su vida no va a ser como le hubiera gustado que fuera, la que ha interpretado a un personaje, Mari, hecho de sutilezas tan reconocible entonces, en los primeros años de los ochenta, aunque la violencia machista se ocultase socialmente a los demás, como desgraciadamente ahora, cuarenta años después, cuando existen denuncias, manifestaciones y leyes Ad hoc para un problema que, sin embargo, no cesa.
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Lo que no se ve, pero se enseña, es la otra versión de Paz Vega, la más nueva, la de la debutante en la dirección de una película que también ha guionizado. "He llevado la historia a los primeros años de los ochenta, cuando de violencia de género no hablaba nadie. En esa época no existía un nombre para nombrar a esa violencia, como mucho se hablaba de asesinatos pasionales. Y claro, cuando tú no puedes nombrar un suceso es como si ese hecho no existiera", admite. Es la época de la Ley del divorcio, que a pesar de llevar aprobada tres años en 1984, no se veía con naturalidad por los ciudadanos y ciudadanas de aquella década: "Esta ley fue muy mal recibida por la población y las que querían acogerse a ella eran muy mal vista por su entorno", por eso, señala Vega que esta película es "un homenaje a todas las madres que sacrificaron todo, sabiendo que en ese tiempo lo único que podían hacer era casarse, tener hijos y cuidar a un marido. Nada más".
Y habla de lo que le marcó el papel de mujer maltratada en 2001 en la película 'Sólo mía'. "Quizá fue -comenta Paz- la primera película que estaba dedicada plenamente a la violencia de género. Durante ese rodaje acudí a un centro de mujeres maltratadas y me di cuenta que la realidad supera a la ficción. Y entiendes mejor de dónde proceden determinados comportamientos cotidianos que son reprobables, aunque no necesariamente sean la amenaza de que te van a matar". Por eso, después de aquello, "pensé que estaría bien en algún momento regresar a este tema".
Paz Vega: "Cuando la violencia machista no se nombra, esta acaba por no existir"
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Lo que se ve es a la Paz Vega directora de personajes, para saber ver el talento de 'Rita', la niña el matrimonio, encarnada de forma extraordinaria por Sofía Allepuz. De ella Paz Vega dice que fue la primera niña que vio para el papel y también la última. Entremedias observó paciente a más de trescientas candidatas. "Fue un casting muy largo. Primero, es verdad, vi a Sofía Allepuz en un video, pero me pareció muy pequeña y pensé que no me aguantaría toda la película. Así que abrí un proceso muy largo, hasta que mi directora de casting me dijo si quería volver a ver a Sofía, que era un poco mayor. Me gustó cuando la volví a ver y pedí conocerla en persona. Entonces, cuando apareció por la puerta supe que era Rita, la Rita con la que había soñado.
Paz Vega dirigiéndose a sí misma, un proceso que admite complicado: "Eso de dirigirse a una mima se disfruta poco y desgasta mucho porque me resultaba difícil quitarme la chaqueta de directora, pero al mismo tiempo tenía muy claro lo que quería de Mari, lo que necesitaba el personaje: esos silencios esa puesta en escena...".
Una película que habla de la violencia machista y criminal, pero también de la opresión que sufren los menores por culpa de esta. "Nunca se habla de los niños maltratados. ¿Cómo se gestionan esas vidas? No podemos convertirlos en una estadística, tienen una cara, una vida y merecen que sepamos que existen y lo que les pasa".
Paz Vega asegura que ahora, por no faltar a la verdad, lo que más le interesa es escribir y dirigir, más que actuar. La experiencia de hacer las dos cosas simultáneas, no tiene visos de que la volvamos a ver. "No volveré a actuar en una película dirigida por mí", asegura mientras también desea cuanto antes que la película viva, como los niños que alcanzan la mayoría de edad, al margen de la custodia materna. "Estoy deseando que la película deje de ser mía y empiece a volar sola", admite satisfecha.
Sergio Castro Salillas
Redactor y guionista en la SER desde 1996. Estuvo en La Ventana, A Vivir y ahora es redactor de Hoy...