Jaime Miquel, exanalista electoral del Gobierno: "No hay convicción, hay consignas"

Madrid

“Para ganar elecciones no me necesitáis porque la aritmética ya la tenéis”. Fue la respuesta que el analista electoral Jaime Miquel dio al Partido Popular cuando se interesaron por su trabajo tras cinco años trabajando en el Palacio de la Moncloa.

El experto estima que actualmente el PP está bastante por encima del PSOE y que los populares no tienen más que esperar para llegar al Gobierno. Aunque los socialistas puedan estar “fuertes”, el problema lo sitúa a la izquierda del PSOE, ya que, lo que ahora son 31 escaños, en unas hipotéticas elecciones se traduciría en apenas 14 asientos en el Congreso [si Sumar y Podemos se presentan por separado]. Reeditar un gobierno de coalición apoyado en nacionalistas e independentistas sería casi imposible.

Miquel no llegó a trabajar con el PP. “A mí me podría interesar colaborar con vosotros si es para llevar al partido a ese lugar institucional, capaz de situar el país por encima de todo, y que permita alcanzar acuerdos de Estado con el PSOE. Si estamos dispuestos a esto, llamadme, y podemos hablar”, esgrimió a su interlocutor. Aun no le han vuelto a llamar: “El principal problema que tiene Núñez Feijóo para hacer ese recorrido se llama Isabel Díaz Ayuso”, reflexiona.

El analista –que sí había colaborado previamente con partidos tan dispares como Podemos o Ciudadanos–, llegó en 2018 al Gobierno de la mano de Iván Redondo. El comienzo del final de su etapa en la Moncloa fue la salida del exjefe de gabinete de Pedro Sánchez y se confirmó en las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023. Asegura que discrepó desde dentro con el enfoque de la campaña que llevó a cabo el PSOE y que, a su entender, dio demasiado protagonismo al presidente del Gobierno en detrimento de los candidatos de las propias comunidades autónomas.

De ese pésimo resultado para los socialistas nació el adelanto electoral de julio de 2023, unos comicios en los que reconoce que –aunque los técnicos de la Moncloa como él preveían una situación parecida a la que acabó resultando el 23-J– ningún cargo político del Ejecutivo confiaba en seguir en el poder. “En los niveles políticos ya daban la situación por perdida”.

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Recién jubilado, sigue insistiendo en los conceptos que ya explicó hace una década en su ensayo La perestroika de Felipe VI (RBA, 2015). En ese libro pronosticó –entre otras cosas– el final del bipartidismo tal y como lo conocíamos y advertía de la necesidad de llevar a cabo “una segunda Transición que nos lleve definitivamente a la comprensión plurinacional de España”.

Esta última, la cuestión plurinacional, cree que es el gran reto –“la gran oportunidad”– de Pedro Sánchez, pero lamenta la falte de decisión del Gobierno para hacer ese tránsito “hacia una verdadera definición institucional coherente con su naturaleza”. "No hay convicción, ahora hay consignas". Miquel, partidario de un estado confederal más que federal, pone como ejemplo a seguir el discurso de Mertxe Aizpurua (EH Bildu) en la sesión de investidura: "Un estado español en el que nos sintamos cómodos y con el que podamos compartir proyecto".